HOMENAJE A DELIBES (I): EL CAMINO (Película).

Año: 1963.

Nacionalidad: Española.

Director: Ana Mariscal.

Reparto: José Antonio Mejías, Maribel Martín, Ángel Díaz, Jesús Crespo, Julia Caba Alba, Mary Delgado, Mari Paz Pondal, Maruchi Fresno, Rafael Luis Calvo, Joaquín Roa Casas, María Isbert, Asunción Balaguer, Juan Luis Galiardo, ...

Género: Drama.

Sinopsis: Adaptación de la novela homónima de Miguel Delibes que narra la historia de Daniel, un joven que debe marcharse del pueblo para ir a la ciudad a poder estudiar y así seguir su propio camino. Durante las horas previas a su marcha, Daniel evoca todos los recuerdos que tiene hasta entonces de su pueblo y sus gentes. 

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Tenía ganas de reencontrarme con Delibes. Para cumplir el reto propuesto por Tatty de El Universo de los Libros en homenaje al novelista vallisoletano, decidí acercarme a su libro El Hereje, del que espero publicar la reseña en breve, y a varias adaptaciones cinematográficas de sus libros. Comienzo con la que traigo hoy, El camino, dirigida por Ana Mariscal.

Si no recuerdo mal El camino lo leí estando en el instituto. Ya por entonces me dejó tan buen recuerdo que a pesar del transcurrir de los años, su argumento, tan simple, real y a la vez tan tierno, junto a unos personajes de extrema sencillez, permanecen aún vívos en mi memoria. Por aquellos tiempos tenía como profesora de literatura a Doña Carmen Calderón, una mujer que dejó su impronta tanto en mis hermanos como en mí por su amor a la literatura y a los libros. Cuando nos leía, con una voz grave y cadenciosa, el mundo se paraba y quedabas engullido en sus palabras. Creo que ella tuvo mucho que ver con que en casa nos gustara tanto leer. Sirvan estas palabras como homenaje para aquella magnífica profesora que tan bien supo hacer su trabajo.

Pero centrémonos en la película.

Ana Mariscal

Rodada en 1963, fue dirigida por Ana Mariscal (1923-1995) que comenzó su carrera delante de las cámaras como actriz para posteriormente centrarse en la producción y dirección de cintas. 

El camino recoge el día a día de un pueblo, de aquellos pequeños y recónditos de este país, anclado en una época en la que todo, por decirlo de alguna manera, era en blanco y negro. Y a través de esa dualidad cromática Mariscal nos presenta la historia que Delibes escribió en su obra, llena de humor pero también de alguna que otra pena o dolor, como la vida misma, una noria que sube y baja. 

Los habitantes de este pueblo bien podrían ser los que cohabitaron con nuestros abuelitos, todos ellos conocidos por motes y apodos que designan alguna característica de su aspecto o profesión. Así, tenemos a los tres protagonistas principales, tres jovenzuelos que disfrutan haciendo trastadas por las calles del pueblo y alrededores: Daniel, el Mochuelo, Germán, el Tiñoso y Roque, el Moñigo aunque la voz narrativa recaerá sobre el primero.

El resto del vecindario lo conforma un cura viejo y paciente, que tiene que lidiar con las mujeres del pueblo, esas que tienen ojos hasta en la nuca para controlar bien todo lo que gira a su alrededor, quién entra o quién sale y luego darle a la lengua. De todas estas mujeres me gustaría destacar el papel de Lola, o la Guindilla mayor, interpretado maravillosamente bien por Julia Caba Alba, una mujer extremadamente religiosa, que acosa continuamente al párroco con sus dudas e incertidumbres, obsesionada con la posibilidad de pecar en cada momento y con pensamientos impuros. Una piedra en el zapato.

Frente al poder eclesiástico se encuentra el intelectual. Don Moisés es el maestro de escuela que vive más sólo que la una pero no pierde la esperanza de encontrar una mujer con la que compartir sus días. Lamentablemente no es un hombre afortunado, y más cuando su tic nervioso se lo pone difícil. Después de las calabazas que le da Catalina, alias la Lepórida, los tres chicuelos se las ingenian como casamenteros.

Y por último, el quesero, el herrero, el tabernero, las dueñas de los ultramarinos, la telefonista,... Un pueblo entero.

Pero nuestra aldea tiene dos extremos sociales como no podría ser de otro modo. Por un lado, los  pobres (en plural). Por otro, el rico (en singular). En representación de este último, Delibes nos muestra al Indiano, aquel aventurero que un día decidió hacer las Américas en busca de fortuna para regresar unos años después con un buen coche, una buena cartera y poder así establecerse en una buena casa. No es un personaje que aparezca en la cinta salvo por las menciones que de él se hacen y por la interacción de su hija Mica, la guapa del pueblo, con los protagonistas.

El progreso queda así recogido en esta historia, y esto mismo quiere el padre de el Mochuelo para su hijo. Tras el verano, el pequeño tendrá que abandonar el lugar que le vio nacer para marcharse a estudiar a la ciudad. Pero, ¿qué se le perdió a él allí?, se pregunta. Al Mochuelo, el progreso le trae al fresco. Su mundo, su vida, su universo está encerrado en las pocas calles de su pueblo. La noche antes de marcharse rumbo a ese entorno desconocido, el Mochuelo hace repaso a su vida y a través de su ojos seremos testigos de las vivencias de este rincón.

Este es El camino, que no es más que el transitar de unos individuos por la vida, con sus penas y alegrías, un sendero lleno de curvas y rectas, de planicies y lomas. Mariscal, a través de la obra de Delibes, muestra un reflejo maravilloso de una época y un lugar que encaja a la perfección con ese aura costumbrista que aún hoy adorna algunos puntos geográficos de este país. Un vecindario, pequeño y escuálido, en el que los rumores están a la orden del día. Si no aparecen, se inventan, con tal de dar vida a la vida. Los líos de falda, los escándalos amorosos, el qué dirán, la pérdida de la honra, el regreso de los deshonrados, los secretos, la censura, la pérdida de la niñez, la muerte, el amor, los golpes de la vida... Vida. Vida. Vida. La vida misma amarrada a las piedras de las calles, a los ramajos de las esquinas. Vida que asoma en el campo.

Me parece tremendamente digno el trabajo que hace Mariscal en esta película. En un mundo en el que aún persiste el machismo y la desigualdad me pregunto cómo encajarían los cineastas (ellos, los hombres) la inmersión de esta mujer tras las cámaras. Sinceramente no puede decirse que la cinta adolezca de rasgos de mujer. Si el amor al trabajo, la ternura y el cariño llevan faldas entonces sí, pero sabemos que no son cualidades exclusivas de la condición femenina. No. Ana Mariscal demuestra ser tan buena cineasta como lo pueden ser el resto de su colegas.

Y hablando de la parte técnica, hay un detalle que me gustaría comentar y lo hago desde la curiosidad y no desde la crítica. Me he fijado que en prácticamente todas las escenas aparece alguna mosca haciendo de las suyas. Sí, la típica mosca de la tele que a veces se posa en el actuante. Desconozco si eso es pura casualidad o está hecho aposta. Pensar en la primera opción se me hace raro. Pensar en la segunda tampoco es que me resulte más fácil pero teniendo en cuenta que estamos ante un ámbito rural, donde los insectos son de común costumbre, me atrevería a decir que no es descabellado pensar en la posibilidad de que formen parte del atrezzo. Una simple curiosidad, no más.

El reparto de esta cinta es de alto copete. Actores y actrices que con su trabajo y buen hacer terminaron por labrarse una larga trayectoria cinematográfica. Como muestra los siguientes botones: Julia Caba Alba, Mary Delgado, María Isbert, Asunción Balaguer, Juan Luis Galiardo, José Sepúlveda, Julia Gutierrez Caba,... Algunos tan jóvenes que a veces pasan desapercibidos a la vista del espectador. 

Miguel Delibes con una de sus hijas y algunos actores del rodaje.

La película fue rodada en Candeleda, una localidad del valle del Tiétar, en Castilla y León. Pero cuentan los que saben que Delibes trasladó a las páginas de su libro los paisajes y gentes de otro pueblo, concretamente de Molledo en el valle de Iguña (Cantabria), vecindario que el novelista conocía por haber pasado algunos veranos en aquel municipio. Cuando la otra cineasta Josefina Molina, rodó una mini serie sobre esta obra para Televisión Española (de la que hablaré más adelante), trasladó todo su equipo allí y de entre sus habitantes extrajo a los tres chicos que son los protagonistas de su adaptación. 

En definitiva, esta película es un caramelo en la boca que te recomiendo si quieres apreciar la dulzura que rezuman las obras de Delibes, un autor imprescindible. Pero si además tienes la oportunidad de ver sus trabajos llevados a la pequeña pantalla con tanto gusto y maestría, entonces no te lo puedes pensar. La película de hoy, al igual que la obra literaria, es especialmente recomendable para acercarnos a ese mundo, a ese reflejo costumbrista, que el vallisoletano pintó en su novela. Hoy quiero lanzar cohetes y tracas por la historia, la interpretación, la dirección, la fotografía,... Así que ahí va mi puntuación.

Os dejo con un fragmento de la película.

También os comento que RTVE emitió una miniserie compuesta por cinco capítulos que podéis ver a través de los siguientes enlaces. Fue rodada en 1978 y dirigida, como dije antes, por la cineasta Josefina Molina (Goya de Honor, 2011). Espero que lo disfrutes.

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Continuará...




Reto: