DIVERTIDA: NACIDAS PARA SUFRIR.

Año: 2009.

Nacionalidad: Española.

Director: Miguel Albadalejo.

Reparto: Petra Martínez, Adriana Ozores, Malena Alterio, María Alfonsa Rosso, Mariola Fuentes, María Elena Flores,...

Género: Comedia.

Sinopsis: La tía Flora, de 72 años, es una solterona que vive en un pueblo pequeño y que siempre ha estado al cuidado de sus familiares. Su única hermana murió muy joven y le dejó tres sobrinas huérfanas de las que también tuvo que ocuparse. Las tres sobrinas crecieron y se fueron del pueblo, y ahora Flora está asustada porque, al llegar a la vejez, ve que llega el momento en que tendrán que cuidar de ella, y teme que la lleven a la residencia donde trabaja una de sus sobrinas que es monja. Su única salvación es Purita, una joven que ha estado ayudándola en los últimos años a cuidar de sus ancianos parientes, y que es la única con la que se siente en familia.

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Nacidas para sufrir es un título que hay que tomar a risa porque aunque en algunos foros se cataloga esta película como un drama para mí es una comedia pura y dura que, en algún momento, posee tintes negros o melodramáticos y que destila aires de ternura. 

Con la sinopsis te haces una idea de la situación. Flora ve acercarse el final de sus días y no quiere estar sola. Sus tres sobrinas viven fuera del pueblo por lo que no se pueden hacer cargo de ella. Al convertirse en un estorbo, Flora teme que sus sobrinas se desentiendan de ella metiéndola en una residencia de ancianos, algo a lo que ella tiene pavor. Así que idea un plan que a sus sobrinas les parecerá un horror. La cosa que en principio parece fácil, se comienza a complicar con la llegada de otros parientes y como diría Paco Martínez Soria, "¡se armó el belén!". 

Aquí me planto. Ya no quiero desvelaros más porque la película perdería su efecto. Solo comentaros que la trama que se desarrolla está cargada de humor y de situaciones que, si en apariencia pueden resultar poco creíbles para los que somos urbanos, no están tan lejanas de la realidad en los pueblos de la España profunda, perdidos de la mano de Dios, en los que transcurre la historia, donde los chismes y las habladurías están a la orden del día. 

Una película que nos hablará del amor y más aún de los celos, los intereses, la soledad, de la vejez,... que contiene ingredientes que recuerdan a aquellas películas de Berlanga. Pero más que la historia en sí, lo que prevalece en esta cinta son las interpretaciones. 

Petra Martínez (Flora) y Adriana Ozores (Purita) están soberbias con una maravillosa capacidad para transmitir. La primera refleja perfectamente las inquietudes que recorren su interior y en su rostro queda patente la angustia que su situación futura le ocasiona. Flora, que va por la vida de mártir sacrificada por los demás, peca de un egoísmo visceral.

En el caso de Ozores, la caracterización es perfecta (vestuario y peluquería hacen un buen trabajo) pero nada de eso tendría valor si esta actriz no se creyera su papel. Los gestos, las expresiones, las miradas aleladas, la impresión de que las ideas parecen nadar en su mente sin encontrar puerto,... Una maravilla. Y lo mejor de todo, sus torpes bailes en la verbena. ¡Qué movimientos! ¡Qué sensualidad!... Para partirse de la risa. 

Pero las buenas interpretaciones van más allá. Malena Alterio (Marta, la sobrina monja) también está magnífica. Me ha encantado ese aire de "no puedo soportarlo más" de  Mariola Fuentes (Mariana, otra sobrina). María Alfonso Rosso (la madre de Purita) encarna a una auténtica madre de roete en el pelo que llegada a una edad no se anda con tapujos para esclavizar a su hija. 

Los diálogos están llenos, en algunos casos de ternuras, en otros de indirectas que se leen entrelíneas. En un momento dado, se entabla una batalla dialécta entre Flora y la madre de Purita que no tiene desperdicio. 

La localización y la fotografía de Kiko de la Rica también tienen su protagonismo. Rodada en el levante español, el pueblo de Bocairent, de calles empedradas y situado en una colina, acoge a estas mujeres y sus vidas.

No tengo mucho más que aportar. Es una película que me ha gustado. De esas que te hacen ver situaciones que son más cotidianas de lo que parecen, que terminan siendo resueltas de una manera que sorprende, y en la que las decisiones se nos pueden volver en nuestra contra pero que al final, nos dejará una grata sonrisa en los labios.


No es una obra maestra, y aún siendo una película con la que he disfrutado, le voy a dar una puntuación intermedia porque aunque cumple su función de entretenimiento y por eso os recomiendo que la veáis. Tampoco es memorable.

Trailer:

Mientras hago esta reseña soy incapaz de recordar otros trabajos de este director y es que mirando su ficha me percato de que no he visto ni una sola de sus películas (Rencor, 2002; El cielo abierto, 2001; La primera noche de mi vida, 1998;...), así que pondré remedio por ver si me sorprende tan gratamente como con esta cinta.