RELATOS DE IDA Y VUELTA de Juan José Millás.

Autor

Juan José Millás (Valencia, 1946). Escritor español. La publicación de su primera novela, Cerbero son las sombras, que le valió el premio Sésamo en 1974, le confirmó como destacado narrador. Después publicó El jardín vacío (1981), Papel mojado (1983), Letra muerta (1983), El desorden de tu nombre (1988), La soledad era esto (1990), galardonada con el premio Nadal de Novela,... etc. 

A lo largo de su obra, que se caracteriza por una mezcla de realidad y fantasía teñida de ironía, se ha producido una depuración del estilo que le permite al autor ofrecer historias aparentemente sencillas que esconden una gran complejidad. Colabora habitualmente en El País y en 1999 una columna suya publicada en ese diario le valió el premio Mariano de Cavío.[1]

Sinopsis

No existe.

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Buscando relatos para el reto organizado por El mundo de Dsdmona, me encuentro en la biblioteca con este libro que me viene como anillo al dedo. Un libro de Juan José Millás, un autor más que conocido, con un prólogo y quince relatos de suspiro. ¡Perfecto! Pero me he quedado más pa'llá que pa'cá. 

Es la primera vez que me topo con un libro sin sinopsis y sin biografía del autor, pero claro es que este libro es un poco de pin y pon, como yo suelo llamar a las cosas pequeñitas. Tiene el tamaño de una mano pequeña y la letra idónea para los miopes.

Comencé a leerlo y no me gustaba lo que se deslizaba ante mis ojos. Aún así seguí leyendo y a veces la cosa mejoraba pero sin llegar a rozar la estrecha línea que separa el tedio del entretenimiento. Se me quedaba corto página a página hasta que llegué a la número 125. Fin de la historia.

Me dije: «Vuelta a empezar y dale otra oportunidad». Y así lo hice, pero oiga, que nada.

Como dije antes, la estructura del libro cuenta con un prólogo y quince relatos y es precisamente el primero lo que más me gustó de toda la obra. Comienza así:

«Cuando usted se toma una pastilla para el dolor de cabeza, sólo se le quita el dolor de cabeza a usted. Pero cuando lee un libro, sus efectos terapéuticos se propagan al resto de la comunidad».

Puedes leer el texto completo aquí, aunque advierto que la versión del libro tiene un párrafo final distinto al que se recoge en el enlace.

Entre los relatos encontramos títulos como Oraciones metro a metro, Ella empezó a mirarme en Ríos Rosas, Un tipo que era más feliz que yo, Cambio de identidad, Diablo, Cómo evitar un terremoto, El alma a los pies, Con el calor se pudre la autoestima y La identidad de las lentejas. Ninguno de estos relatos me gustó. Algunos me parecieron excesivamente absurdos, otros bastante simplones e incluso hubo uno que me disgustó enormemente por el retrato que se ofrece del protagonista al ser un disminuido psíquico.

En cambio, he podido rescatar dos o tres que me han parecido bastante ingeniosos. En Las voces, las calles, los taxistas el narrador es objeto de una broma pesada que al final te arranca la carcajada. El móvil es una historia muy corta además de rocambolesca pero no está exenta de gracia. Los desaparecidos miden 1'80 comienza regular pero termina por caer simpático. Muerte en Preciados presenta un giro irónico que da como resultado una curiosa historia.

Todos estos relatos son los que el autor ha ido publicando en el diario El País a lo largo de los años. Pero el objetivo de este librito no es solo la recopilación de estas pequeñas historias, más microrelatos que relatos en sí, sino que, al parecer, fue un encargo por parte de la Junta de Andalucía  para resaltar la participación de Andalucía en la Semana Europea de la Movilidad 2002, ¡toma ya! Quizás por ese motivo se eligieron algunas historias que se desarrollan dentro de transportes públicos y muy probablemente de ahí venga el título.

Hasta aquí es todo lo que da de sí esta obra. Los títulos de los relatos os llevan directamente a la página de El País donde están publicados. Podéis leerlos y juzgar por vosotros mismos. Ya me contareis. 

Reto:

Fuentes:

[1] Biografías y vidas.