Autor
Mark Haddon nació en Northampton en 1962, y antes que escritor ha sido mensajero, taquillero en un teatro y profesor de niños con minusvalías psíquicas y físicas. Se licenció en Literatura Inglesa por la Universidad de Oxford, aunque sus primeros reconocimientos le llegaron como ilustrador y dibujante de tiras cómicas en diversos medios locales y, posteriormente, en The Sunday Telegraph y The Guardia. Cansado de la ilustración, decide probar con la pintura abstracta, actividad que sigue desarrollando en la actualidad, y también dar el salto a la televisión donde, además de cosechar dos premios BAFTA como guionista, crea y dirige algunos capítulos de la serie Microsoap. En 1987 escribió su primer libro infantil ilustrado, y desde entonces ha publicado una quincena de títulos. En el año 2003 apostó por escribir la misma novela en dos formatos, infantil y adulto, en lo que suponía su primer paso hacia la narrativa para adultos. El resultado: El curioso incidente del perro a medianoche se convirtió en la novela más vendida del año en literatura inglesa y su éxito internacional ha sido unánime.
Sinopsis
Christopher Boone tiene quince años y padece una extraña forma de autismo. No permite que nadie le toque, emplea el vocabulario de un modo singular y para él no existe un punto medio entre lo que le atrae y lo que le repele.
Christopher vive con su padre, un enigmático individuo recién enviudado que le ha educado en el rechazo a la mentira. Una mañana, el niño descubre el cadáver de un perro en su calle y, tras ser interrogado por la policía como presunto asesino y quedar en libertad, resuelve ser él mismo quien investigue el caso.
Después de algunas pesquisas, Christopher empieza a sospechar que su padre le oculta algo, y a medida que su investigación avance la realidad se irá desprendiendo de su complaciente manto infantil hasta descubrirse como algo parecido a una ominosa ecuación matemática que sitúa al progenitor demasiado cerca del enigma. Entre las cartas precintadas que su padre guarda en un cajón de su dormitorio y las consignas involuntarias de una viejecita vecina de Christopher, el niño irá atando los cabos de un caso desconcertante. Una vez desentrañado el embuste, el mundo de Christopher se tambalea: no tiene edad para emanciparse pero las revelaciones de su investigación le impiden seguir viviendo bajo el mismo techo que su padre. El niño emprenderá entonces una conmovedora odisea que le llevará hasta los brazos de una persona que había sido borrada de su mapa emocional.
El reto 12 MESES, 12 LIBROS organizado por Carmina del blog De tinta en vena comienza a dar sus frutos. Andaba por casa este libro desde vete tú a saber cuándo. Ya me habían dicho más de una vez que el libro estaba bien, que era ameno leerlo, que merecía la pena dedicarle un par de tardes (porque es justo el tiempo que necesitas para leer esta novela de 254 páginas sin prisas), pero entre que la cubierta no me atraía y que el título me dejaba un poco indiferente, no me terminaba de animar. ¡Qué tonta he sido por esperar tanto!
Lo primero que desconcierta de esta novela, dedicado a Sos (Eltis), su esposa, es la numeración de los capítulos. Por ningún lado encontramos el capítulo primero. Éste se lo salta pasando directamente al dos, luego al tres, al cinco, al siete y así sucesivamente pero he decir que esto se produce con orden y concierto. El motivo de esta extraña numeración nos será desvelado en el capitulo diecinueve y tendrá mucho que ver con la particular idiosincrasia del protagonista.
En El curioso incidente del perro a medianoche tenemos el placer de compartir unos días con Christopher John Francis Boone, un niño de 15 años de edad con una vida y una forma de ser especial.
Christopher vive con su padre en Swindon (Londres) huérfano de madre que falleció hace dos años, o eso parece. Su padre cuida de él pero dejándole un amplio margen de libertad lo que le permite vagabundear por el vecindario a altas horas de la noche, cuando todo el mundo duerme, y descubrir así que Wellington, el perro de su vecina, la señora Shears, ha sido asesinado.
Como si de un Sherlock Holmes se tratara, personaje que admira, Chris intenta averigurar quién ha sido el asesino y el motivo de este asesinato, una aventura con la que conseguirá sacar de quicio a su padre y a parte del vecindario. Pero nada va a impedir a Chris redactar un diario-novela (el que tenemos entre las manos) en el que anotará el resultado de sus pesquisas y los avances en su investigación, entre otras cosas.
Por su forma de observar el mundo, de razonar, de deducir,... el lector se da cuenta enseguida de que Chris no es un joven más entre el común de los mortales. Su mente es prodigiosa y lo es tanto que no sólo es capaz de realizar complicadísimos cálculos matemáticos sino que tiene el don de ver las cosas bajo un prisma atípico, una manera de pensar que difiere de la del resto de los niños de su edad.
Su mente es cuadriculada hasta tal punto que un simple juego en el que intervienen un número de coches concreto de un mismo color determinará si su día será malo o bueno. Es decir, cuatro coches rojo seguidos significan un Día Bueno frente a cuatro coches amarillos seguidos significan un Día Negro, porque a Christopher no le gusta el color amarillo ni tampoco el marrón. Pensamientos de este tipo es lo que permite al lector dilucidar desde primer momento que en la mente de este niño las cosas encajan de forma diferente porque efectivamente Chris sufre de síndrome de Asperger, un tipo de autismo del que luego hablaremos.
Sus deducciones me recuerdan a aquel power point que circulaba por la red con frases como: «Si la mortadela, el salchichón, el chorizo y el chopped son redondos, ¿por qué el pan bimbo es cuadrado?». Preguntas y frases que pueden sonar absurdas e irrisorias pero que a poco que lo pienses un momento tienen toda la lógica del mundo.
Su curiosidad, su afán de aprender, su mente inquieta le conducen a un descubrimiento que destruirá los pilares de su vida y lo desorientará. Dejará de confiar en su padre, quien hasta la fecha había sido el espejo en el que mirarse y el asesinato del perro quedará en un segundo plano para dar paso a otra aventura, un viaje, una prueba que tendrá que superar en solitario. Realmente la muerte de Wellington terminará por convertirse en una cuestión intrascendental, será como la puerta que da paso y significado a los hechos importantes, porque Haddon lo que verdaderamente pretende con su novela no es presentarnos un caso policíaco resuelto por un niño sino acercarnos a estas personas, y que intentemos aprender cómo funciona su mente, algo de lo que él sabe mucho con motivo de los años que pasó impartiendo clases a niños con minusvalías físicas y psíquicas.
¿Cómo son los personajes?
Christopher es observador hasta el mínimo detalle, ama a los perros porque asegura que, al menos, ellos nunca mienten, afirmación en la que se ve un ligero reproche contra la especie humana. No es capaz de entender los gestos faciales de las personas y por eso necesita gráficos, gráficos para absolutamente todo.
Tampoco soporta las multitudes, ni le gustan los abrazos, ni los desconocidos, en cambio sí le gusta el silencio, de ahí su placer a vagar de noche. Los uniformes y las máquinas le producen bienestar y se siente seguro en un entorno conocido donde todo queda bajo su control.
Experto en amplias y dispares materias, fruto de su interés por la lectura y el conocimiento, lo mismo te justifica las posibles causas del fallecimiento de su madre en términos médicos, que te expone su propia teoría sobre la existencia del cielo haciendo alarde de una seguridad propia de un erudito o te deja claro como el agua la diferencia entre metáfora y símil.
Respecto a los restantes personajes, el que más me ha impactado ha sido la madre de Chris. No os puedo contar mucho porque sería destriparos el libro pero algunas personas podrían reprochar la actitud de esta mujer, su reacción al conocer la enfermedad de su hijo. Por supuesto no la voy a juzgar porque me hago cargo de lo complicada que debe resultar la vida cuando descubres que tu hijo padece síndrome de Asperger y no todo el mundo tiene el mismo aplomo para enfrentarse a ciertas situaciones.
En cuanto a la narración se alternan acontecimientos de su pasado, deducciones de los hechos presentes, explicaciones matemáticas y científicas. Las páginas están moteadas por notas al pie que no proceden de la mano de Haddon sino de la del propio Christopher con aclaraciones sobre sucesos y hechos. No hay que olvidar que El curioso incidente... no es el libro de Haddon sino el de Christopher, así que el autor se podría considerar como un mero transcriptor.
Las páginas vuelan sin solución de continuidad enmarcadas por una prosa fácil e infantil, no propia de un muchacho de quince años pero sí acorde a la mentalidad de Chris. Junto al texto encontramos numerosas ilustraciones a cada cual más elaborada, y una gran cantidad de diálogo que unido a la escasa longitud de los capítulos permiten velocidad de lectura.
En su contra tengo que decir que las reflexiones de Chris me ponían a veces bastante nerviosa porque todo era un contaste «Y..., y..., y...,» o «Y entonces..., y entonces..., y entonces...». No se calla ni debajo de agua y de todo tiene su propia opinión. Obviamente todo está hecho con intención, con la intención de transmitir al lector los mismos nervios que pueden sentir los adultos que interactúan con Chris, por lo que Haddon ha sabido dibujar a la perfección la personalidad de un niño que padece este síntoma.
Mientras leía esta novela me fue inevitable pensar en Dustin Hoffman en aquel papel de Rain man, ese hombre autista de la lluvia que era capaz de aprenderse el listín telefónico en una noche o incluso me recordaba al protagonista de la película Tan Fuerte, Tan cerca que ya reseñé aquí en su día y que también sufría del mismo síndrome. Personas con una mente lúcida, tremendamente deductiva.
Sumado a lo mucho que podemos aprender sobre el síndrome de Asperger con la lectura de esta novela, encontramos una historia real y muy curiosa a la que Christopher hace referencia. Se trata del caso de Las Hadas de Cottingley. Para los que no lo sepáis, en 1917 una par de niñas llamadas Elsie Wright (16) y Frances Griffiths (10), residentes en Cottingley (Inglaterra) tomaron una serie de fotografías en las que se las veía junto a un grupo de hadas. Aquello causó un gran revuelo. Muchos fueron los fotógrafos que examinaron aquellas fotografías y no detectaron falsedad alguna, incluso el propio Sir Arthur Conan Doyle se mostró partidario de la veracidad de aquel testimonio. En cambio los laboratorios Kodak se negaron a dar credibilidad a las niñas alegando que las fotografías podrían hacer sido fruto de un montaje. Leyendo sobre esta llamativa historia me encuentro que en 1981, las dos niñas que ya eran mujeres adultas confesaron que aquellas fotografías habían sido falsificadas. Todas, excepto una, pero ¿cuál? Podéis encontrar mucha más información por la red.
Y ya que hemos mencionado a Conan Doyle, os comento que el título de esta novela no es más que una cita que el propio autor puso en boca del famoso Sherlock Holmes en uno de sus cuentos, Silver Blaze.
En definitiva, El curioso incidente del perro a medianoche es una novela muy recomendable. Leer es aprender y desde luego con Haddon aprendemos una gran lección.
Una frase especial para un libro especial:
Para los que queráis saber más sobre el autismo, podéis ver la magnífica película documental titulada María y yo, basada en el día a día de María, la hija autista del dibujante Miguel Gallardo, o ver este estupendo reportaje del programa Esfera de Extremadura Tv.
Por la integración, siempre sí.
Retos:
Por su forma de observar el mundo, de razonar, de deducir,... el lector se da cuenta enseguida de que Chris no es un joven más entre el común de los mortales. Su mente es prodigiosa y lo es tanto que no sólo es capaz de realizar complicadísimos cálculos matemáticos sino que tiene el don de ver las cosas bajo un prisma atípico, una manera de pensar que difiere de la del resto de los niños de su edad.
Su mente es cuadriculada hasta tal punto que un simple juego en el que intervienen un número de coches concreto de un mismo color determinará si su día será malo o bueno. Es decir, cuatro coches rojo seguidos significan un Día Bueno frente a cuatro coches amarillos seguidos significan un Día Negro, porque a Christopher no le gusta el color amarillo ni tampoco el marrón. Pensamientos de este tipo es lo que permite al lector dilucidar desde primer momento que en la mente de este niño las cosas encajan de forma diferente porque efectivamente Chris sufre de síndrome de Asperger, un tipo de autismo del que luego hablaremos.
Sus deducciones me recuerdan a aquel power point que circulaba por la red con frases como: «Si la mortadela, el salchichón, el chorizo y el chopped son redondos, ¿por qué el pan bimbo es cuadrado?». Preguntas y frases que pueden sonar absurdas e irrisorias pero que a poco que lo pienses un momento tienen toda la lógica del mundo.
Su curiosidad, su afán de aprender, su mente inquieta le conducen a un descubrimiento que destruirá los pilares de su vida y lo desorientará. Dejará de confiar en su padre, quien hasta la fecha había sido el espejo en el que mirarse y el asesinato del perro quedará en un segundo plano para dar paso a otra aventura, un viaje, una prueba que tendrá que superar en solitario. Realmente la muerte de Wellington terminará por convertirse en una cuestión intrascendental, será como la puerta que da paso y significado a los hechos importantes, porque Haddon lo que verdaderamente pretende con su novela no es presentarnos un caso policíaco resuelto por un niño sino acercarnos a estas personas, y que intentemos aprender cómo funciona su mente, algo de lo que él sabe mucho con motivo de los años que pasó impartiendo clases a niños con minusvalías físicas y psíquicas.
¿Cómo son los personajes?
Christopher es observador hasta el mínimo detalle, ama a los perros porque asegura que, al menos, ellos nunca mienten, afirmación en la que se ve un ligero reproche contra la especie humana. No es capaz de entender los gestos faciales de las personas y por eso necesita gráficos, gráficos para absolutamente todo.
Tampoco soporta las multitudes, ni le gustan los abrazos, ni los desconocidos, en cambio sí le gusta el silencio, de ahí su placer a vagar de noche. Los uniformes y las máquinas le producen bienestar y se siente seguro en un entorno conocido donde todo queda bajo su control.
Experto en amplias y dispares materias, fruto de su interés por la lectura y el conocimiento, lo mismo te justifica las posibles causas del fallecimiento de su madre en términos médicos, que te expone su propia teoría sobre la existencia del cielo haciendo alarde de una seguridad propia de un erudito o te deja claro como el agua la diferencia entre metáfora y símil.
Respecto a los restantes personajes, el que más me ha impactado ha sido la madre de Chris. No os puedo contar mucho porque sería destriparos el libro pero algunas personas podrían reprochar la actitud de esta mujer, su reacción al conocer la enfermedad de su hijo. Por supuesto no la voy a juzgar porque me hago cargo de lo complicada que debe resultar la vida cuando descubres que tu hijo padece síndrome de Asperger y no todo el mundo tiene el mismo aplomo para enfrentarse a ciertas situaciones.
En cuanto a la narración se alternan acontecimientos de su pasado, deducciones de los hechos presentes, explicaciones matemáticas y científicas. Las páginas están moteadas por notas al pie que no proceden de la mano de Haddon sino de la del propio Christopher con aclaraciones sobre sucesos y hechos. No hay que olvidar que El curioso incidente... no es el libro de Haddon sino el de Christopher, así que el autor se podría considerar como un mero transcriptor.
Las páginas vuelan sin solución de continuidad enmarcadas por una prosa fácil e infantil, no propia de un muchacho de quince años pero sí acorde a la mentalidad de Chris. Junto al texto encontramos numerosas ilustraciones a cada cual más elaborada, y una gran cantidad de diálogo que unido a la escasa longitud de los capítulos permiten velocidad de lectura.
En su contra tengo que decir que las reflexiones de Chris me ponían a veces bastante nerviosa porque todo era un contaste «Y..., y..., y...,» o «Y entonces..., y entonces..., y entonces...». No se calla ni debajo de agua y de todo tiene su propia opinión. Obviamente todo está hecho con intención, con la intención de transmitir al lector los mismos nervios que pueden sentir los adultos que interactúan con Chris, por lo que Haddon ha sabido dibujar a la perfección la personalidad de un niño que padece este síntoma.
Mientras leía esta novela me fue inevitable pensar en Dustin Hoffman en aquel papel de Rain man, ese hombre autista de la lluvia que era capaz de aprenderse el listín telefónico en una noche o incluso me recordaba al protagonista de la película Tan Fuerte, Tan cerca que ya reseñé aquí en su día y que también sufría del mismo síndrome. Personas con una mente lúcida, tremendamente deductiva.
Sumado a lo mucho que podemos aprender sobre el síndrome de Asperger con la lectura de esta novela, encontramos una historia real y muy curiosa a la que Christopher hace referencia. Se trata del caso de Las Hadas de Cottingley. Para los que no lo sepáis, en 1917 una par de niñas llamadas Elsie Wright (16) y Frances Griffiths (10), residentes en Cottingley (Inglaterra) tomaron una serie de fotografías en las que se las veía junto a un grupo de hadas. Aquello causó un gran revuelo. Muchos fueron los fotógrafos que examinaron aquellas fotografías y no detectaron falsedad alguna, incluso el propio Sir Arthur Conan Doyle se mostró partidario de la veracidad de aquel testimonio. En cambio los laboratorios Kodak se negaron a dar credibilidad a las niñas alegando que las fotografías podrían hacer sido fruto de un montaje. Leyendo sobre esta llamativa historia me encuentro que en 1981, las dos niñas que ya eran mujeres adultas confesaron que aquellas fotografías habían sido falsificadas. Todas, excepto una, pero ¿cuál? Podéis encontrar mucha más información por la red.
Y ya que hemos mencionado a Conan Doyle, os comento que el título de esta novela no es más que una cita que el propio autor puso en boca del famoso Sherlock Holmes en uno de sus cuentos, Silver Blaze.
En definitiva, El curioso incidente del perro a medianoche es una novela muy recomendable. Leer es aprender y desde luego con Haddon aprendemos una gran lección.
Una frase especial para un libro especial:
«El mundo está lleno de cosas obvias de las que nadie se da cuenta nunca ni por casualidad». [pág. 90]
Para los que queráis saber más sobre el autismo, podéis ver la magnífica película documental titulada María y yo, basada en el día a día de María, la hija autista del dibujante Miguel Gallardo, o ver este estupendo reportaje del programa Esfera de Extremadura Tv.
Por la integración, siempre sí.
Retos:
Tengo este libro pendiente desde hace tiempo y no soy capaz de encontrarle hueco.
ResponderEliminarPues no lo dejes apartado mucho tiempo albanta. Es muy ameno. Besos.
EliminarLa lei hace bastantes años... primero o segundo de carrera, y me gusto mucho. De hecho, pensaba que igual era una buena lectura para retomar en ingles, porque es sencilla y se que me habia gustado. Besos!
ResponderEliminarEn inglés no había pensado leerlo pero también es una opción. Besotes xula.
EliminarLo leí hace muchos años porque me lo recomendaron y me encantó. Lo he regalado muchas veces y lo he prestado otras tantas. Creo que es un libro fabuloso. Me ha encantado tu reseña.
ResponderEliminarUn besote
Gracias Dorothy. La verdad es que un buen libro para regalar. Deja una sensación muy agradable. Besos.
EliminarLo tengo esperando turno en la estantería, me llamó muchísimo la atención su argumento gracias a una reseña que leí en un blog por el tema del síndrome de Asperger, a ver cuando me pongo con él
ResponderEliminarbesos
No lo dejes mucho tiempo Tatty que es una lectura preciosa. Besos.
EliminarA mi me encantó cuando lo leí hace ya algún tiempo, pensaba que me iba a encontrar otro tipo de libro y me sorprendió muchísimo
ResponderEliminarD.
Dsdmona, si yo no lo leí hace años fue justamente porque pensaba que sería otro tipo de libro y no me iba a gustar. Un beso.
EliminarParece interesante y curioso de leer. Como bien dices, una buena forma de entender este síndrome.
ResponderEliminarBss.
Así es Nieves. Besos.
EliminarEsta es de las novelas que me parece curioso el nombre pero no me decido a comprarmela esta leer una reseña asi que gracias. Un beso.
ResponderEliminarGracias a ti Rocío. Si lo lees espero que lo disfrutes. Besos
EliminarLeí este libro el año pasado antes de tener el blog. Me gustó mucho la forma en que se trataba el tema de la enfermedad y la construcción del personaje principal. Es muy fácil caer en tópicos y no es eso lo que pasa. A parte, la historia que cuentas de las hadas, hay una película también , Fotografiando hadas, es muy bonita.
ResponderEliminarBesos
Norah, no conocía esa pelí.. Me la apunto inmediatamente. Besos.
EliminarUn magnífico libro. Lo leí hace años y lo disfruté mucho. Y desde luego da una descripción muy acertada de las personas que sufren este síndrome. Una lectura muy recomendable.
ResponderEliminarBesotes!!
Sí que es muy recomendable Margari. Besitos.
EliminarMe ha encantado tu reseña, tan entusiasta. No conocía el libro pero, según describías al protagonista me recordaba a un personaje de la serie de televisión "Frágiles", una chica con síndrome de Asperger que también necesita esos gráficos a la hora de interpretar las emociones de los demás. Me lo llevo apuntado :)
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Gracias shaka. Yo la serie no la sigo, pero si lees el libro espero que te guste mucho. Besos.
EliminarTe lo has currado mucho Marisa, me ha encantado leerte, un lujo de verdad. El libro, me pasa como a ti, lleva entre mis pendientes, no meses, sino AÑOS y mira que el tema me interesa y que he tenido casos de asperger pero por una o por otra no lo he leído, ahora me tiro un poco más del pelo. Además no he visto María y yo, GRACIAS Y muchas gracias por esta entrada. Besos
ResponderEliminarMaría y yo es muy recomendable.. Una historia entrañable, sincera, tierna. Y este libro es más de lo mismo. Me alegro mucho de haberlo leído. Besos.
EliminarUn libro que me había apuntado después de leer a Teresa de Leyendo en el Bus y que tu vienes a confirmarme que tengo que leérmelo
ResponderEliminarPues ánimo Pedro. Creo que no defraudará esta lectura. Besos.
EliminarTengo un muy buen recuerdo de este libro, es de esos que te llegan al corazón. Menuda reseña! Besos.
ResponderEliminarEs verdad Emma, este libro llega al corazón. Besos.
EliminarYo también lotengo por ahí dando vueltas, y pese a las reseñas que leo no me he puesto con él, te lo puedes creer? qué bien que te haya gustado, a ver si me animoa colarlo pronto :-) Un beso!
ResponderEliminarHazle sitio Meg. Es una lectura muy agradable. Besos.
EliminarPor tu reseña, creo que será una lectura interesante y entretenida. Me lo anoto, me gustan las curiosidades.
ResponderEliminarUn beso.
Ok Enzo, espero que lo disfrutes. Besos.
EliminarMuy interesante, algo duro de leer para mí, no sé por qué me transmite esa sensación y más con los libros que sabes que leo pero me atrae mucho. Hace tiempo tenía idea de saber algo sobre el libro y esta es la primera reseña que leo, creo que lo terminaré leyendo. Un beso.
ResponderEliminarDale una oportunidad Yossi... A mí me ha gustado mucho. Besos.
EliminarLo tengo pendiente por casa desde hace tiempo, pero he leído opiniones negativas y me ha ido dando pereza...
ResponderEliminarBesotes
Yo no he leído ninguna reseña negativa Shorby pero ya sabes que cada uno tiene su propia opinión. Besos.
EliminarPues habrá que leerlo, hace tiempo que ronda mi mente pero aún no me he puesto con él. Me parece interesante el síndrome de Asperguer; en mi caso, supe de su existencia por primera vez gracias a una película llamada Adam, cuyo protagonista padece ese mismo síndrome.
ResponderEliminarBesos!
Es verdad Caminante, la película Adam también trata el tema. Besos.
EliminarA mí el libro me encantó. Me pareció que el autor transmitía perfectamente la mentalidad de alguien con ese síndrome. Y te reías...sin poder evitarlo.
ResponderEliminarBesos
Así es Eva, el libro produce sonrisas tiernas. Besos.
EliminarMe sonaba el título pero no sabía ni que tratara sobre el Síndrome de Asperger. Y vaya me ha resultado super interesante y el tema del autismo es algo que me atrae mucho (de hecho ando estudiando sobre ello) así que lo llevo anotado.
ResponderEliminarUn beso!
Pues aprovecha ahora Lesincele. Un besito.
EliminarSi ya tenía ganas de leer esta novela, después de esta completísima reseña le daré prioridad a su lectura: me interesa mucho esta investigación peculiar y el tratamiento que le da el autor al Asperger. Por cierto, me has dejado curiosidad con la historia de las fotos de las hadas, ahora mismo me pongo a investigar! Enhorabuena por esta fabulosa reseña: es imposible resistirse a este libro después de leerla. 1beso!
ResponderEliminarJejeje.. yo no conocía esa historia de las hadas Tizire. Me quedé alucinada cuando leí sobre el tema. Norah me ha recomendado una peli que trata sobre esa noticia. Un beso.
EliminarA este libro le tengo muchas, muchas ganas. Todo el mundo lo recomienda, excepto algunas reseñas escépticas. No creo que tarde mucho en caer. Magnífica reseña!!
ResponderEliminarBesos,
No he escuchado nada malo sobre este libro. A mí particularmente me gustó mucho. Besos Trotalibros.
EliminarLa verdad es que me ha picado la curiosidad!!!! Parece interesante!!!!
ResponderEliminarSaludos
Sí que lo es Zeno. Besos
EliminarLa verdad es que conozco el título pero no lo he leído. Ahora tengo mucha curiosidad, parece muy ameno!!
ResponderEliminarEs muy, muy ameno. Besitos.
EliminarMe encantaría leer este libro, me llama mucho, así que después de tu reseña me lo apunto definitivamente a la lista de pendientes. Besoooos
ResponderEliminarOk Locura... espero que te guste. Besitos.
EliminarCuriosa historia. Por tu reseña, intuyo que es de esas en las que el peso radica por completo en un protagonista atípico y magistral. Y lectura ligera además, por lo que nos cuentas.
ResponderEliminarUn besote!
El protagonista es de lo más atípico Rober. Te animo a leerlo. Besos.
EliminarMe leí el libro hace un tiempo, la verdad es que a mi me gustó. Magnífica la sinopsis, felicidades.
ResponderEliminarGracias Ana, besotes grandes.
EliminarParece muy interesante e libro, y sin duda el tema del autismo lo es. Has despertado mi curiosidad con tu completísima reseña. Besos
ResponderEliminarPues te animo a leerlo Silvia. Besos.
Eliminara mi me ha ganado para la causa y más las historias con personajes protagonistas tan peculiares como este. Creo que puede ser un magnifico libro para desconectar de muchas cosas.
ResponderEliminarEs un libro estupendo Fesaro. Besos
EliminarLo leí hace unos años y me pareció muy tierno, además te hace ver las cosas tal como son. Bicos.
ResponderEliminarEste libro me encantó. Coges mucho cariño al protagonista, y para mí, el autor realmente logra que te metas en la cabeza de Christopher. Un libro muy recomendable. Un saludo!
ResponderEliminarEl autor sabe mucho de este tema Teresa y sí es cierto, es un libro altamente recomendable. Besitos.
EliminarMagnífica reseña! Lo leí hace unos meses y me gustó muchísimo. Un gran trabajo el del autor de meterse en la piel de una persona con síndrome de Asperger. Un título y portada originales y una lectura recomendable.
ResponderEliminarBesotes
Así es Marga, un libro magnífico. Besos.
EliminarLo leí de "estreno" en su día, y me ha picado la curiosidad de leerlo de nuevo, pues su lectura da la sensación de que no se pierde el tiempo con él.
ResponderEliminarAl revés Juan, se aprende mucho. Besitos.
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