PASABLE: PROMETHEUS

Año: 2012.

Nacionalidad: EEUU.

Director: Ridley Scott.

Reparto: Noomi Rapace, Michael Fassbender, Charlize Theron, Idris Elba, Guy Pearce,...

Género: Ciencia ficción; terror

Sinopsis: Un grupo de científicos y exploradores emprende u viaje espacial a un remoto planeta, una rara estrella recién descubierta, donde sus límites físicos y mentales serán puestos a prueba. El motivo de la misión es que los humanos creen que allá podrán encontrar la respuesta a las preguntas más profundas y al mayor de los misterios: el origen de la vida en la Tierra.

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Ridley Scott, famoso director conocido por películas como Alien, el octavo pasajero, Blade Runner, Gladiator,... nos trae en esta ocasión una película que no supone un gran hito en la historia del séptimo arte pero que, aún así, cumple el simple cometido de entretener. En su día se dijo que esta película sería la precuela de Alien pero me temo que ha quedado en una película decepcionante y muy por debajo.

En primer lugar el título de la cinta ya nos avanza información. Prometheus es la nave espacial. Con este nombre se pretende aludir al  Prometeo de la mitología griega, una titán amigo de los mortales y que robó el fuego a los dioses para ofrecérselo a la humanidad, algo que le supuso un castigo por parte de Zeus. Lo mantuvieron aislado sobre una roca y cada día un águila devoraba su hígado. ¿Qué nos quiere decir el director con todo esto? Quizás intente hacernos llegar un mensaje sobre la peligrosidad de desafiar a los dioses. Bueno.

Las primeras imágenes nos trasladan a un entorno paradisíaco. Con una fotografía preciosa recorreremos montañas, valles, lagos,.. hasta llegar a una espectacular cascada donde se produce un suicidio. Advierto que a las imágenes se le nota bastante el efecto de la tecnología. La escena en sí capta la atención del espectador que se arrellana en su sillón a la espera de encontrarse con una cinta que lo haga soñar, pero lamentablemente se irá resbalando de su asiento poco a poco hasta casi quedar tirado en el suelo. 

La trama transcurre entre el año 2089 y 2093. Un grupo de arqueólogos encuentran el mismo pictograma en diferentes cuevas que representa un sistema estelar; los arqueólogos piensan que en ese sistema hay un planeta en el que viven los creadores de la raza humana, a los que llaman ingenieros, así que un magnate excéntrico cuya muerte inminente le provoca muchas dudas sobre la vida en el más allá, decide financiar la misión. Arqueólogos y científicos se embarcan en una nave que los llevará hasta un planeta solitario.

En definitiva, ciencia-ficción, aunque no en su estado más puro, así que sabemos lo que nos vamos a encontrar.  Luces de colores, trajes espaciales aparatosos, hologramas, ... Pero, vamos a empezar por lo malo.

A pesar de que la historia se sitúa dentro de casi 100 años, sorprende lo que poco que hemos avanzado en algunos aspectos. Encontrarme con un autómata que se tiñe el pelo a la vieja usanza, que aún se siguen usando las escaleras de pintor de toda la vida y que el hombre sigue bebiendo y fumando como un cosaco son cosas que no me cuadran en una película del espacio. Llamadme tiquismiquis si queréis pero es lo que hay. 

No deja de ser chocante que en una era en la que el hombre se puede pasar dos años hibernando dentro de una nave espacial hasta llegar a un destino remoto en el espacio, aún mantenga hábitos del pasado pero bueno, ya dije antes que esta película no pasaría a los anales de la historia y que tan solo hay que verla con el objetivo de mero y simple entretenimiento. 

Cascadas de Dettifoss, Islandia.

Ahora vayamos a lo que me ha gustado. Las localizaciones se  sitúan en Canadá, Islandia -zona volcáncia del monte Hekla y cascadas de Dettifoss-, Inglaterra - estudios Pinewood-, Escocia - Isla de Skye- e incluso España. Esas escenas primeras me sorprendieron gratamente por su belleza y el paisaje de ese otro planeta en esa otra galaxia tampoco está mal pero se nota a legua que el cielo y las nubes son de este mundo.

En cuanto a los actores, tampoco hay mucho que destacar. Quizás Michael Fassbender en el papel del autómata David es el que más ha brillado pero tampoco como para tirar cohetes, al menos para mí. Charlize Theron, la teniente Vickers,  está más bien de adorno; me sorprende que el director no le haya sacado más partido a esta actriz. Guy Pearce hace el papelito del magnate que financia el viaje, el director de Industrias Weyland; la caracterización no es precisamente una obra de arte.  

Para mí, esta película es más de lo mismo que vimos en Alien, de hecho leí en su día que incluso se llegó a pensar en que fuera la quinta entrega de la saga pero los que realmente son seguidores de la saga Alien aseguran que esta película no tiene ni punto de comparación con aquella. Un poco de suspense, algún contratiempo que otro, el punto lacrimógeno de rigor y por supuesto, ese típico toque de héroe o heroína, condición innata de cualquier americano, que no se anda por las ramas y que si hay que inmolarse para salvar el mundo, ellos son los primeros. ¿Hasta cuándo van a explotar este recurso?

Y llegamos al final. Si la cosa iba regular, en los últimos diez minutos Scott la termina de fastidiar. Hay que tener claro que, al igual que ocurre con los libros, si una película es mala, es mala, independientemente de si se trata de la obra de un afamado director o si está interpretada por los actores de moda. 

Está claro que no es una película de culto y que no se puede esperar de ella más que para lo que está concebida, para un mero, merísimo, entretenimiento que puede llegar a desembocar en una siesta placentera. Con esa mentalidad os tenéis que sentar a verla porque de otro modo, a mi juicio, os llegareis un gran chasco.

Os dejo con la puntuación final y el trailer de la película y por si os interesa los making of. Puntuación: 4/10.

Trailer:

 Podéis ver los making of aquí.

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