BOY (RELATOS DE LA INFANCIA) de Roald Dahl.

Podéis leer la biografía del autor Roald Dahl aquí. 

Sinopsis

Esto no es una autobiografía, es el relato de unas cuantas cosas que les sucedieron a Roald Dahl durante su estancia en la escuela y después de salir de ella. Algunas son divertidas. Otras tristes. Todas son verdad. Y algunas de ellas le inspiraron para contar fantásticas, divertidas y terribles aventuras en sus libros.

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De las tres obras que me he leído de Roald Dahl para superar el reto propuesto por Trotalibros, éste es el que menos me ha gustado aunque sí ha sido el que más me ha acercado al autor. 

Las 235 páginas quedan divididas en secciones que corresponden a distintas edades del autor:

• Punto de partida
• La Escuela de la Catedral de Llandaff 1923 - 1925 (7 a 9 años)
• St. Peter's 1925-1929 (de 9 a 13 años)
• Repton  y Shell 1929-1936 (de 13 a 20 años)

Estas secciones, a su vez, engloban capítulos de longitud dispar que hacen un recorrido a lo largo de la vida de Dahl desde su nacimiento hasta que alcanza la edad de 20 años aproximadamente.

Conoceremos de primera mano el éxito cosechado por su padre y su tío que, siendo muy jóvenes, deciden abandonar Noruega y viajar a Francia donde cada uno consigue cierta fortuna, la muerte de su hermana mayor Astrid (de paso también menciona la de su hija mayor Olivia), los primeros años en la Escuela de la Catedral LLandaff, su relación con sus amigos y profesores (el capitán Hardcastle), los años de internado, el paso a la Escuela Superior, los castigos que padecía en los distintos centros educativos que visitó, sus hobbies, las vacaciones en Noruega con toda la familia, su primer trabajo en la Shell y su alistamiento como piloto de la RAF en la II Guerra Mundial.

Son relatos de carácter muy intimista, llenos de anécdotas de toda condición, con una prosa fresca y un tanto infantil que refleja el pensamiento de un joven Dahl. Muchas páginas están cargadas de sentimientos profundos, los mismos que invaden a cualquier niño en idénticas circunstancias como la añoranza por la lejanía de la familia,  la incertidumbre por el entorno desconocido que lo rodea, la felicidad del regreso al hogar. Porque Dahl, a pesar de convertirse en su edad adulta en un grandullón de casi dos metros, también tuvo una infancia llena de las mismas penas y alegrías que cualquier otro niño.

Sus experiencias han sido el germen de muchas de las historias que escribió posteriormente para los niños. Por ejemplo, la fábrica de chocolates Cadbury enviaba cada cierto tiempo a los internos del centro Repton una caja con chocolatinas de reciente fabricación. Los niños tenían que probarlas, saborearlas y emitir un veredicto. Una especie de estudio de mercado. De esta experiencia nació Charlie y la fábrica de chocolate.

Multitud de fotografías adornan las páginas de este libro. Especialmente curiosas son aquellas que muestran  fragmentos de las cartas originales que durante años envió a su madre. Cuando ésta falleció, Dahl pudo recuperar un total de 600, todas ellas guardadas y cuidadas con mimo. 

En conclusión, no es un libro que sea divertido, como podría ser Matilda, ni tampoco educativo o con mensaje moral, como El vicario que hablaba al revés, pero sí es un libro que nos permite conocer más al autor y cómo fueron sus años de vida hasta adquirir la edad adulta. 

Aquí tenéis una guía de lectura sobre este libro publicada por la Junta de Andalucía para centros educativos por si tiene alguna utilidad para vosotr@s o vuestr@s hij@s.

Con esta reseña doy por concluido el Reto Roald Dahl que Trotalibros organizó en su blog, dándole las gracias por haberme ayudado a descubrir un autor y unos libros tan maravillosos. ¡¡Reto superado!! 

Reto: