Autor
Primo Levi (Turín, 1919-1987) nació en el seno de una familia judía asentada en Piamonte. En 1941 se graduó en Química en la Universidad de Turín y dos años más tarde se unió a la resistencia antifascista. Fue capturado y deportado a Auschwitz, donde trabajó como esclavo en una planta industrial. Tras la liberación del campo por el Ejército Rojo en 1945 y después de una odisea por varios países de la Europa del Este, regresó a Turín y publicó su primer testimonio sobre los campos de exterminio, Si esto es un hombre. Sus escritos biográficos más tardíos (La Tregua, 1963 y Los hundidos y los salvados, 1986) son otras tantas reflexiones sobre la experiencia del horror. Entre sus obras se encuentran además El sistema periódico, Si no ahora, ¿cuándo?, Historias naturales, La búsqueda de las raíces, La llave estrella y Lilít y otros relatos.
Sinopsis
Si esto es un hombre, libro que inaugura la trilogía que Primo Levi dedicó a los campos de exterminio, surgió en la imaginación de su autor durante los días de horror en Auschwitz, cuando la principal preocupación de los prisioneros era que, de sobrevivir, nadie creería la atrocidad de la historia vivida. Los campos de concentración y exterminio, más que resguardados por las alambradas y los guardias, lo estuvieron por su propia monstruosidad, que los hacía inconcebibles. Es la austeridad del testimonio de Primo Levi, una víctima que no grita pero que arranca el grito de la garganta de su lector, lo que devuelve al horror su realidad y lo hace inteligible como una siniestra señal de peligro. Un libro conmovedor de un hombre con una indestructible fe en la razón.
«Lo que se puede aprender sobre el ser humano y sobre la Historia de Europa en el siglo XX en los tres volúmenes de la gran trilogía memorial de Primo Levi es terrible y también aleccionador, y honradamente no creo que sea posible tener una conciencia política cabal sin haberlos leído, ni una idea de la literatura que no incluya el ejemplo de esa manera de escribir.» Antonio Muñoz Molina.
Tendemos a huir de las historias dramáticas y es lógico porque demasiado drama hay ya en la vida como para que también nos sumerjamos en ella por voluntad propia, pero no por mirar hacia otro lado o esconder la cabeza conseguimos que las cosas no ocurran o que nunca hayan ocurrido.
Si esto es un hombre es una historia narrada en primera persona por uno de los protagonistas de la historia más triste jamás contada, porque la historia es triste de cabo a rabo y muy desgarradora y aún así es también muy recomendable. Una lectura de culto, una lectura que debería ser obligatoria en los centros de secundaria, que todo el mundo debería leer y que recogen los once meses que su protagonista pasó en el campo de trabajo de Monowitz-Auschwitz.
Sí, ya sé, la historia es bien conocida y muchas son las películas (La lista de Schindler, El pianista, La vida es bella, El último tren a Auschwitz,...) y libros (El diario de Ana Frank, Sin destino, Un español frente al holocausto, .... ) que recogen los mismos acontecimientos pero Primo Levi tiene la virtud de narrarla desde una perspectiva distinta y con una técnica diferente que luego abordaremos.
Si esto es un hombre forma parte de una trilogía, como bien se dice en la sinopsis compuesta por las siguientes obras
* Si esto es un hombre (1956)
* La tregua (1963)
* Los hundidos y los salvados (1986)
El título es más que significativo. Una frase afirmativa que suena incompleta pues estamos ante la primera claúsula o prótasis de una oración condicional, faltando la claúsula principal o apódosis que establece el resultado. Precisamente, al omitirse esa segunda parte el autor deja abierta la puerta para que la mente del lector se explaye hasta donde desee.
Decía anteriormente que la historia que recoge el libro es bien conocida, los acontecimientos que dieron lugar al holocausto, a los campos de concentración, a la matanza de inocentes, ... Las descripciones de los hechos son tan tremendas, que a veces sientes que se te revuelven las tripas por dentro, lo que te obliga a hacer una pausa en la lectura, a digerir lo que has leído, a asimilarlo para sólo entonces poder continuar.
Hirientes son las escenas que describen el traslado en tren de los prisioneros al campo de concentración. Hombres, mujeres y niños hacinados en pocos metros cuadrados, enfermos, sin agua, sin comida,... La muerte convive entre ellos como lo hará a lo largo de esos años y con toda naturalidad, te echas junto a un cadáver que poco calor puede aportar.
Los criterios que siguieron los nazis a la hora de separar a los útiles de los inútiles dan ganas de llorar. El simple hecho de bajar del vagón por el margen derecho o izquierdo del portón es motivo más que suficiente para decidir el futuro de un hombre: vivir o morir.
Incluso dentro del campo de concentración o de los campos de trabajo existían jerarquías. No todos los prisioneros ostentaban el mismo rango y por tanto los mismos privilegios. No era igual un preso político ario que un judío. No era igual tratado un veterano que un recién llegado.
Esto y más es lo que encontramos en Si esto es un hombre.
Se llega a tal extremo que incluso hasta el propio autor duda de la veracidad de los hechos que narra y cree que, llegado a los oídos del mundo exterior, nadie creerá lo ocurrido.
«...yo mismo no estoy convencido de que estas cosas hayan ocurrido de verdad». [pág. 113]
Pero antes de adentrarnos directamente en la narración, el autor hace una pequeña introducción en la que explica los motivos que lo han llevado a contar su historia. Levi no desea que su libro sea una narración más de los hechos sino que se adentra en el alma humana, la analiza con meticulosidad y la muestra tal cuál, con toda su crudeza. Llegaremos a ser testigos de los límites brutales que puede alcanzar la naturaleza humana para con los suyos. Al mismo tiempo el autor necesita volcar en el papel todo lo que vivió para, en cierto modo, liberar su alma de tanto peso. El alma que perdió mientras estuvo en el campo de concentración, pues allí cada individuo perdía toda su identidad para convertirse en un simple número. La resignación y desesperación les conduce a desear la muerte a la que ven como sinónimo de liberación.
«Éste puede ser muy bien el último día de mi vida, y esta sala la cámara de gas de que todos hablan, ¿qué puedo hacer? Lo mejor es apoyarme en la pared, cerrar los ojos y esperar». [pág. 51]
Nunca estamos contentos con lo que tenemos y a veces nos encontramos de bruces con otras personas que, por las circunstancias que les ha tocado vivir, se sienten dichosas con pequeñas cosas. Este libro te hará reflexionar. Te hará entender que el hombre tiene la felicidad al alcance de su mano y que con la mente puedes llegar al otro extremo del mundo.
Primo Levi y sus compañeros de fatigas sueñan que el tren los conduce a un lugar maravilloso, que llenan sus barrigas con ricos alimentos, que encontrarse enfermo puede ser motivo de alegría pues eso implica que tienen que pasar unos días en la enfermería y se librarán del duro trabajo, que un simple paño seco que puedan interponer entre su piel y la camisa empapada por la lluvia les producirá verdadero regocijo.
Todo es sufrimiento por doquier pero incluso en la cara más cruel del mundo puede encontrarse bondad y fe. Los prisioneros Steinlauf y Lorenzo son claros ejemplos de ello. El primero ayuda a Levi a no sucumbir porque, aunque lo fácil sería arrastrarse y dejarse morir, hay que luchar y no dar el brazo a torcer. El segundo se juega la vida al suminitrar al protagonista comida a través de las alambradas. De él, Levi escribirá:
«...diré que es a Lorenzo a quien debo el estar hoy vivo; y no tanto por su ayuda material como por haberme recordado constantemente con su presencia, como con su manera tan llana y fácil de ser bueno, que todavía había un mundo justo fuera del nuestro, algo y alguien todavía puro y entero, no corrompido ni salvaje, ajeno al odio y al miedo, algo difícilmente definible, una remota posibilidad de bondad, debido a la cual merecía la pena salvarse».[pág. 132].
Así pues Primo Levi nos muestra las dos cara de la moneda.
Estructura y técnica
En cuanto a la estructura cuenta con una introducción, diecisiete capítulos y un apéndice que se incorpora a la edición de 1976. En este último, el autor hace una recopilación de todas las preguntas que le han hecho a lo largo de su vida en las distintas charlas y conferencias a las que fue invitado para contar de viva voz su experiencia. Ese apéndice es, en mi caso, incluso más importante que la propia narración. Su repuesta a preguntas como En su libro no hay expresiones de odio hacia los alemanes, ni rencor, ni deseo de venganza. ¿Los ha perdonado? o ¿Cómo se explica el odio fanático de los nazis por los judíos? resulta aleccionador.
La narración es totalmente aséptica. No hay implicación emocional por parte del narrador, no se muestra como una víctima, ni siquiera se permite emitir juicios de valor. Para juzgar ya estamos nosotros, los lectores. Primo Levi se limita a mostrar el horror sin posicionarse.
Algunos de los diálogos no están traducidos. Aquel campo de exterminio era como una gigante Torre de Babel. Hombres de muchos países poblaban sus barracones y el run run constante de lenguas que no se entendían agravaban la incertidumbre de los prisioneros.
Como curiosidad os contaré que el autor se suicidó lanzándose cabeza abajo por las escaleras de su casa de Turín. Mucho se ha especulado con este hecho pues algunos alegan que no fue un suicidio propiamente. Sin embargo su propia viuda declaró que su marido estaba cansado de la vida.
Os dejo con una frase de Heine, poeta judío alemán, de una crudeza espeluznante:
«Quién quema libros termina tarde o temprano por quemar hombres».
Y finalizo con dos vídeos que he encontrado sobre este libro y una recomendación. Por duro que sea, es necesario leer esta obra, al menos, una vez en la vida.
Si esto es un hombre es una historia narrada en primera persona por uno de los protagonistas de la historia más triste jamás contada, porque la historia es triste de cabo a rabo y muy desgarradora y aún así es también muy recomendable. Una lectura de culto, una lectura que debería ser obligatoria en los centros de secundaria, que todo el mundo debería leer y que recogen los once meses que su protagonista pasó en el campo de trabajo de Monowitz-Auschwitz.
Sí, ya sé, la historia es bien conocida y muchas son las películas (La lista de Schindler, El pianista, La vida es bella, El último tren a Auschwitz,...) y libros (El diario de Ana Frank, Sin destino, Un español frente al holocausto, .... ) que recogen los mismos acontecimientos pero Primo Levi tiene la virtud de narrarla desde una perspectiva distinta y con una técnica diferente que luego abordaremos.
Si esto es un hombre forma parte de una trilogía, como bien se dice en la sinopsis compuesta por las siguientes obras
* Si esto es un hombre (1956)
* La tregua (1963)
* Los hundidos y los salvados (1986)
El título es más que significativo. Una frase afirmativa que suena incompleta pues estamos ante la primera claúsula o prótasis de una oración condicional, faltando la claúsula principal o apódosis que establece el resultado. Precisamente, al omitirse esa segunda parte el autor deja abierta la puerta para que la mente del lector se explaye hasta donde desee.
Decía anteriormente que la historia que recoge el libro es bien conocida, los acontecimientos que dieron lugar al holocausto, a los campos de concentración, a la matanza de inocentes, ... Las descripciones de los hechos son tan tremendas, que a veces sientes que se te revuelven las tripas por dentro, lo que te obliga a hacer una pausa en la lectura, a digerir lo que has leído, a asimilarlo para sólo entonces poder continuar.
Hirientes son las escenas que describen el traslado en tren de los prisioneros al campo de concentración. Hombres, mujeres y niños hacinados en pocos metros cuadrados, enfermos, sin agua, sin comida,... La muerte convive entre ellos como lo hará a lo largo de esos años y con toda naturalidad, te echas junto a un cadáver que poco calor puede aportar.
Los criterios que siguieron los nazis a la hora de separar a los útiles de los inútiles dan ganas de llorar. El simple hecho de bajar del vagón por el margen derecho o izquierdo del portón es motivo más que suficiente para decidir el futuro de un hombre: vivir o morir.
Incluso dentro del campo de concentración o de los campos de trabajo existían jerarquías. No todos los prisioneros ostentaban el mismo rango y por tanto los mismos privilegios. No era igual un preso político ario que un judío. No era igual tratado un veterano que un recién llegado.
Esto y más es lo que encontramos en Si esto es un hombre.
Se llega a tal extremo que incluso hasta el propio autor duda de la veracidad de los hechos que narra y cree que, llegado a los oídos del mundo exterior, nadie creerá lo ocurrido.
«...yo mismo no estoy convencido de que estas cosas hayan ocurrido de verdad». [pág. 113]
Pero antes de adentrarnos directamente en la narración, el autor hace una pequeña introducción en la que explica los motivos que lo han llevado a contar su historia. Levi no desea que su libro sea una narración más de los hechos sino que se adentra en el alma humana, la analiza con meticulosidad y la muestra tal cuál, con toda su crudeza. Llegaremos a ser testigos de los límites brutales que puede alcanzar la naturaleza humana para con los suyos. Al mismo tiempo el autor necesita volcar en el papel todo lo que vivió para, en cierto modo, liberar su alma de tanto peso. El alma que perdió mientras estuvo en el campo de concentración, pues allí cada individuo perdía toda su identidad para convertirse en un simple número. La resignación y desesperación les conduce a desear la muerte a la que ven como sinónimo de liberación.
«Éste puede ser muy bien el último día de mi vida, y esta sala la cámara de gas de que todos hablan, ¿qué puedo hacer? Lo mejor es apoyarme en la pared, cerrar los ojos y esperar». [pág. 51]
Nunca estamos contentos con lo que tenemos y a veces nos encontramos de bruces con otras personas que, por las circunstancias que les ha tocado vivir, se sienten dichosas con pequeñas cosas. Este libro te hará reflexionar. Te hará entender que el hombre tiene la felicidad al alcance de su mano y que con la mente puedes llegar al otro extremo del mundo.
Primo Levi y sus compañeros de fatigas sueñan que el tren los conduce a un lugar maravilloso, que llenan sus barrigas con ricos alimentos, que encontrarse enfermo puede ser motivo de alegría pues eso implica que tienen que pasar unos días en la enfermería y se librarán del duro trabajo, que un simple paño seco que puedan interponer entre su piel y la camisa empapada por la lluvia les producirá verdadero regocijo.
Todo es sufrimiento por doquier pero incluso en la cara más cruel del mundo puede encontrarse bondad y fe. Los prisioneros Steinlauf y Lorenzo son claros ejemplos de ello. El primero ayuda a Levi a no sucumbir porque, aunque lo fácil sería arrastrarse y dejarse morir, hay que luchar y no dar el brazo a torcer. El segundo se juega la vida al suminitrar al protagonista comida a través de las alambradas. De él, Levi escribirá:
«...diré que es a Lorenzo a quien debo el estar hoy vivo; y no tanto por su ayuda material como por haberme recordado constantemente con su presencia, como con su manera tan llana y fácil de ser bueno, que todavía había un mundo justo fuera del nuestro, algo y alguien todavía puro y entero, no corrompido ni salvaje, ajeno al odio y al miedo, algo difícilmente definible, una remota posibilidad de bondad, debido a la cual merecía la pena salvarse».[pág. 132].
Así pues Primo Levi nos muestra las dos cara de la moneda.
Estructura y técnica
En cuanto a la estructura cuenta con una introducción, diecisiete capítulos y un apéndice que se incorpora a la edición de 1976. En este último, el autor hace una recopilación de todas las preguntas que le han hecho a lo largo de su vida en las distintas charlas y conferencias a las que fue invitado para contar de viva voz su experiencia. Ese apéndice es, en mi caso, incluso más importante que la propia narración. Su repuesta a preguntas como En su libro no hay expresiones de odio hacia los alemanes, ni rencor, ni deseo de venganza. ¿Los ha perdonado? o ¿Cómo se explica el odio fanático de los nazis por los judíos? resulta aleccionador.
La narración es totalmente aséptica. No hay implicación emocional por parte del narrador, no se muestra como una víctima, ni siquiera se permite emitir juicios de valor. Para juzgar ya estamos nosotros, los lectores. Primo Levi se limita a mostrar el horror sin posicionarse.
Algunos de los diálogos no están traducidos. Aquel campo de exterminio era como una gigante Torre de Babel. Hombres de muchos países poblaban sus barracones y el run run constante de lenguas que no se entendían agravaban la incertidumbre de los prisioneros.
Como curiosidad os contaré que el autor se suicidó lanzándose cabeza abajo por las escaleras de su casa de Turín. Mucho se ha especulado con este hecho pues algunos alegan que no fue un suicidio propiamente. Sin embargo su propia viuda declaró que su marido estaba cansado de la vida.
Os dejo con una frase de Heine, poeta judío alemán, de una crudeza espeluznante:
«Quién quema libros termina tarde o temprano por quemar hombres».
Y finalizo con dos vídeos que he encontrado sobre este libro y una recomendación. Por duro que sea, es necesario leer esta obra, al menos, una vez en la vida.
Le costó publicar el libro. Los editores no se creían que lo que relataba hubiera sido verdad, que es el punto de vista de los nazis que pensaban que los campos de concentración era algo tan salvaje que nadie lo creería.
ResponderEliminarPondría este volumen de lectura obligada en los colegios.
Buena entrada.
Saludos,
Gracias Jaal me alegro de que te guste. Muchas gracias por comentar. Besos.
EliminarNo conocía ni a este autor ni estos libros pero por el tema que tratan me los anoto ya que este periodo me atrae mucho a pesar de ser historias duras y dramáticas
ResponderEliminarbesos
Es un libro de culto Tatty. Espero que te guste. Besos
EliminarMe lo voy a apuntar yaaa!!!!
ResponderEliminarLo k mas m ha llamado la atencion es lo que cuentas acerca de la forma d narrarlo, sin implicacion emocional, creo k una forma muy aceptada.
Saludos
Sí Zeno.. ofrece una perspectiva y una manera de narrar diferente. Besos
EliminarPedazo de reseña!!! Y una trilogía que tengo en la estantería esperando desde hace tiempo, pero como dices al principio de tu reseña, por evitar pasarlo mal la voy dejando. Pero creo que de este año no va a pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Uff pues yo no sé si sería capaz de leerme los otros dos Margari.. Quizá algún día pero de momento no lo tengo en mente. Besos.
EliminarPues si ya me ha costado leer parte de la reseña, no imagino lo que me supondría el libro. Y mira que lo he intentado, pero soy incapaz de leer e imaginar estas cosas. Entiendo lo que dices de que debemos conocer la realidad y la historia pero no puedo con esas cosas. Igual con el tiempo la cosa cambia, de hecho antes leía esas cosas sin problemas pero de momento no puedo.
ResponderEliminarBesos
Claro Norah te entiendo.. A mí me pasa que con los años me voy volviendo más sensible (¿será ya la vejez? jejeje). Besos
EliminarTraes cada pedazo de libro. Me ha pasado algo curioso con este autor y con este libro. Me encantó, me pareció sublime pero no seguí leyendo la trilogía, es más, me ha sorprendido ver el título hoy porque en la entrada programada para fin de año digo que del año que entra no pasa que la lea entera. Este libro, con todo lo duro que es, está escrito con un sentimiento y una sensibilidad que no se me olvida, es quizás lo que más me llamó la atención. La reseña es magnífica. Un beso Marisa :)
ResponderEliminarMuchas gracias Yossi. Deseando estoy de leer esa entrada de fin de año tuya. Besos
EliminarHace exactamente un año que leí este libro y me dejó desolada: como bien dices, el autor cuenta la historia de una manera totalmente aséptica, sin emitir juicios de valor, pero el horror que describe y la vida cotidiana del campo es tan dura, que es difícil no pasarlo mal con esta historia. Es un libro que hace reflexionar sobre la crueldad que puede alcanzar el ser humano y a mi también me parece una lectura imprescindible: no se pueden obviar los temas negativos o duros en literatura, porque estos testimonios nos pueden servir para concienciarnos de que esto no se puede volver a repetir. Gracias por traérmelo a la memoria, es un libro que yo también recomendaría. 1beso!
ResponderEliminarGracias Tizire.. el ser humano puede sorprender por sus dos caras: por la terrible crueldad que puede llegar a mostrar y por la bondad de su corazón. Si la mayoría de los seres humanos estuvieran, como mínimo, en un punto intermedio, el mundo iría mucho mejor. Besos
EliminarUff Marisa yo no creo q lo lea no estoy ahora para drmas aunque seguro que esta bien .Besos.
ResponderEliminarDéjalo pasar entonces Isa. Ya habrá tiempo. Besos.
EliminarUna reseña muy completa, muy dura en cuanto a su temática, y pese a ello, no me parece tan lejana como a veces uno piensa. Ahora no estoy en el momento de algo así, peor terminaré leyéndolo y destaco esta frase tuya:
ResponderEliminar"Nunca estamos contentos con lo que tenemos y a veces nos encontramos de bruces que otras personas que, por las circunstancias que les ha tocado vivir, se sienten dichosas con pequeñas cosas. "
Besos
En otra ocasión Marilú.. pero no lo olvides porque es un libro muy bueno. Besos.
EliminarUff nazis tiene que ser un libro estupendo pero ahora mismo no tengo ganas de exterminio y campos de concentración. Oye echame un ojo a ver si he enviado bien el comentario al sorteo de non serviam. Un beso.
ResponderEliminarTe echo el ojo ahora mismo Rocío, jejeej. Besotes
EliminarPues me apunto los tres xDD
ResponderEliminarMe gusta mucho la temática, no los conocía =)
Besotes
Ya me contarás sobre los otros dos Shorby. Yo de momento creo que los dejaré pasar. Besos.
EliminarLas lecturas sobre campos de exterminio nazis hay que espaciarlas y en mi caso acabo de terminar La Bibliotecaria de Auschwitz, que por cierto me encantó, por lo que pasará un tiempo hasta que lea otro libro sobre el tema.
ResponderEliminarNormal Pedro.. Hay que intercalar lecturas de diferente hondura. Besos y gracias por comentar.
EliminarGracias por recordármela, quiero leer la trilogía y siempre lo retraso.
ResponderEliminarParece una lectura que aunque dura espectacular.
Un beso!
Sí Lesincele.. dura pero muy buena. Espero que te guste. Besos
EliminarLo conozco hace tiempo, tuve que hacer unos trabajos en la facultad y surgió entre los libros a tener en cuenta pero lo que pasa con estas lecturas al menos en mi caso, tengo que encontrar el momento.
ResponderEliminarEncuéntralo Fesaro... este tipo de libros hay que leerlos.
EliminarLo leí durante la carrera porque me lo regalaron mis compañeros y me gustó mucho, aunque me dejó bastante tocada. Como bien dices es un libro que hay que intercalar con otros, porque es duro, sobre todo si piensas en todo momento durante su lectura que no se trata de ficción, sino que todo pasó en realidad.
ResponderEliminarBesos
Parece increíble que algo así pasara Dorothy.. pero es pura realidad. Besotes
EliminarLO tengo en casa de hace tiempo pero me da un poco de miedo ponerme con él por la congoja y la angustia que sé me producirá su lectura...
ResponderEliminarBesos,
Desde luego no te deja indiferente Carmen. ¡Ánimo!
EliminarTomo nota de estos libros, aunque sea una historia dura y desgarradora me pueden gustar. Ya buscaré un momento para empezar con el primero e ir intercalando las lecturas.
ResponderEliminarBesos
Ok Marga.. besos.
EliminarPues yo soy de las que suelen huir de novelas de esta temática, no por querer esconder la cabeza u obviar parte de la historia reciente, sino porque el tema me agobia mucho. Eso no significa que no tenga información por otra vía, pero procuro evitarla.
ResponderEliminarDe cualquier modo, entiendo que otros lean este tipo de novelas, que las soboreen (en el mejor de los sentidos) y les ayude a hacerse una idea de lo que ocurrió, pero a mi me cuesta. Otra cosa es que me coja por sorpresa, pero si lo se de antemano, no hay nada que hacer.
Un beso.
Te entiendo Kayena.. Este es un libro duro de verdad. Besos
Eliminar