PENOSA: THE PELAYOS

Año: 2012.

Nacionalidad: España.

Director: Eduard Cortés.

Reparto: Daniel Brühl, Lluís Homar, Miguel Ángel Silvestre, Blanca Suárez, Eduard Fernández,...

Género.Comedia. Basada en hechos reales.

Premios: Festival de Málaga (2012) al Mejor Montaje.

Sinopsis: Film basado en la historia real de los Pelayo, una familia que consiguió fortuna haciendo saltar la banca de los grandes casinos de todo el mundo.

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Cuando uno lee la sinopsis, conoce la historia en la que está basada, echa un vistazo al reparto y sabe que el director es Eduard Cortés, quién dirigió en 2002 la curiosa e intrigante historia de José Coronado en La vida de nadie, se puede esperar una gran película y, sin embargo, ¿cómo es posible que el resultado haya sido éste?

Familia Pelayo

La familia Pelayo, encabezada por el patriarca Gonzalo García - Pelayo consiguió desbancar varios casinos del mundo por medio de un sistema matemático legal, ideado  por el mismo Gonzalo, con el que conseguía vencer a la ruleta una y otra vez. Su periplo por los distintos casinos dejó un rastro de ganancias por todo el mundo que sólo en Madrid llegó a alcanzar los 200 millones de pesetas.

La película The Pelayos, (por cierto, ¿no es un título un tanto chocante? ¿pretendían darle un toque chic con el uso de ese The?) tiene de fondo una historia buena, original y que no pasa indiferente, pero el guión es un desastre que no hace justicia. Se limita a contar de forma superficial las aventuras de esta familia, la manera en la que traman la idea, cómo se introducen en los casinos y cómo terminan por burlarse de la cúpula directiva de las salas de juego, que ve ante sus narices cómo esta familia acaba cada noche con los bolsillos rebosantes. Pero es un guión al que le falta gancho porque no basta con dar a conocer la historia, conocida ya de por sí cuando en su momento saltó a los medios de comunicación, sino que, por esto mismo, por ser muy conocida, debería ofrecer algo más.  Y se queda corta. Cortísima.

Eduard Fernández

Y ese algo más podría haber sido la interpretación de actores de la talla de Lluís Homar, arropado por Daniel Brühl que tanto me gustó en Eva, por Blanca Suárez e incluso hasta por el mismo Miguel Ángel Silvestre (el sempiterno galán descamisado), pero no. Ninguno de ellos me convence en su papel y mira que Homar es un magnífico actor pero aquí no termina de conectar, al menos, no conmigo. Una lástima. El único que realmente capta mi atención es Eduard Fernández, interpretando al director de casino. Hasta donde yo recuerdo, este actor no me ha defraudo nunca.

Las escenas más espantosas: cuando terminan sus noches de juego comiendo salchichas y hamburguesas en un puesto ambulante del tipo que encontramos a las puertas de una discoteca o el momento en el que cantan un supuesto himno familiar. ¿Hay algo más casposo?

El final es quizá lo único que puede llegar a impactar pero después de hora y media de tedio, llegas a los últimos minutos de metraje con poco espíritu. En fin poco más puedo decir. No creo que sea una buena película, que merezca el precio de una entrada. Teniendo tan buena base y ese reparto, podría haber sido algo más meritorio pero, insisto, el guión no hace justicia.

Antes de puntuarla, os comento algunas curiosidades.

Por un lado, que esta misma historia la tenéis en papel. La familia publicó un libro con sus andanzas titulado La fabulosa historia de Los Pelayos, que no pienso leer tras el mal sabor que me ha dejado la película.

Por otro lado, que tras aquellas aventuras, las ruletas de los casinos cambiaron su sistema de tal manera que fuera del todo imposible hacer estudios estadísticos y conseguir así desplumar a la banca.

Por último, Gonzalo García - Pelayo se dedica hoy a jugar al póquer. ¿Qué se le estará ocurriendo?

Os dejo con mi puntuación final y el trailer de la película (lo siento por los anuncios). Puntuación final: 3.5/10.

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