Autor
Shirley Jackson (1919 - 1965) nació en San Francisco. Publicó su primera novela en 1948 que pasó inadvertida para la crítica. Sin embargo, ese mismo año obtuvo un pleno reconocimiento por el relato The Lottery, publicado por el New Yorker. Desde entonces publicó novelas, relatos y artículos que la consagraron como maestra indiscutible del terror sobrenatural.
Sinopsis
El doctor Montague, un científico que investiga toda clase de manifestaciones sobrenaturales, alquila una lúgubre mansión encantada y reúne en ella a una serie de personajes peculiares que le servirán para sus indagaciones: una solterona tímida y nerviosa, una mujer cruel y egoísta, un hombre taimado e incrédulo... Sin embargo, ninguno imagina que, a la par de los extraños fenómenos de ultratumba que les acompañarán durante su estadia en la macabra Hill House, todos ellos se verán envueltos por sus propios fantasmas y obsesiones.
Shirley Jackson está considerada la mejor autora del género de terror sobrenatural, y esta novela espeluznante -publicada originalmente en 1959 y desde entonces convertida en objeto de culto por los lectores- lo confirma con creces. Recientemente ha sido adaptada al cine en una superproducción de éxito mundial.
Shirley Jackson |
La elección se basó simplemente en el hecho de que había visto la película inspirada en esta novela y de la que hablaremos al final. Guardaba un buen recuerdo del film pero a decir verdad, mi elección no pudo ser peor. Ha resultado que se pasa más miedo leyendo Bambi que con esta historia de la vieja mansión de Hill House.
Aún así, hay que decir que Shirley Jackson es una norteamericana que revolucionó el género literario de terror con sus obras, que murió joven y que se considera la precursora de las obras de Stephen King.
Pero, ¿cómo es Hill House? A lo largo de la obra se describe como una mansión que...
"se levanta aislada contra el fondo de sus colinas, almacenando oscuridad en su interior; así se había alzado durante ochenta años y podría aguantar otros ochenta" [pág.9].
Nada más llegar, nos encontramos con que...
"el portal de la finca era alto, pesado y no presagiaba nada bueno, firmemente cuajado en un muro de piedra que se perdía en medio de la arboleda... Más allá de la verja la carretera continuaba y giraba, ensombrecida a ambos lados por tenebrosos árboles" [pág. 27].
"Era una casa abominable" que hace estremecer a quienes la visitan haciéndoles pensar que "Hill House es un sitio atroz y enfermizo". [pág. 30]