miércoles, 12 de septiembre de 2012

MEDIOCRE: LO MEJOR DE EVA


Año: 2012.

Nacionalidad:  Española.

Director: Mariano Barroso.

Reparto: Leonor Watling, Miguel Ángel Silvestre, Nathalie Poza, Helio Pedregal,...

Género: Drama.

Sinopsis: Eva, una juez íntegra y rigurosa, se enfrenta al proceso judicial más importante de su carrera: el asesinato de una joven de Europa del Este, en el que está implicado un poderoso empresario. La presencia de un irresistible testigo, gigoló de profesión y amigo de la víctima, la sitúa frente a un espinoso dilema: resistirse o dejarse seducir, traspasando los límites de la ley.



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Antes que nada, quiero disculparme si los comentarios que voy a hacer en esta reseña son algo duros. Generalmente cuando un libro o una película no me gusta, intento morderme la lengua y ser lo más sutil posible, pero hay ocasiones en las que me resulta totalmente imposible. Dicho esto, procedamos.

Si tuviera que definir esta película en pocas palabras diría que se trata de una cinta que hace aguas por todos lados hasta terminar por hundirse.

Empecemos por el reparto del que vamos a reseñar únicamente a los dos actores principales. 

A Leonor Watling  (Eva) no termino de creérmela. En mi humilde opinión no ofrece carisma suficiente para interpretar el papel de una juez. Aunque la caracterizan con la sobriedad propia de un miembro de la Judicatura, y se podría pensar que da el pego, luego me da la impresión de que no posee fuerza suficiente para desempeñar el papel asignado. 

Vive traumatizada por la rigidez a la que se vio sometida desde pequeña por parte de su padre (un Fiscal) quién dirigió sus pasos sin darle opción a elección propia. Esto, unido a los cuatro años durante los que estuvo opositando, consiguen apartarla de la sociedad haciendo de ella una persona débil que puede llegar a sucumbir fácilmente. [Los opositores tienen vida más allá de los libros, poca pero la tienen; doy fe]. Y eso es precisamente lo que le ocurre, que sucumbe. ¿Ante quién?

Pues ante Miguel Ángel Silvestre (Rocco). ¿Qué decir? Encaja muy bien en el papel de gigoló y lo desempeña con fluidez, quizá ayudado por esa permanente pose de guaperas engreído. A mí este actor no me dice mucho, la verdad, ni  en el cine ni en televisión. Quizá algún día me sorprenda con una interpretación magistral pero lo que es hoy... 

En el mundillo del cine y el teatro, tener un buen porte físico debe abrir muchas puertas pero solo con  la belleza física no se hacen buenos actores o actrices. Tal vez l@s guap@s del celuloide se pueden llegar a sentir en cierta forma estigmatizados y a lo mejor, algunos papeles les terminan pasando factura porque cuando se piensa en Miguel Ángel Silvestre es inevitable pensar en su papel de El Duque. Lo mismo es así, no lo sé. La cuestión es que una buena película puede contar con actores y actrices helénicos entre los miembros del reparto pero tras eso, o mejor dicho, delante de eso, debería existir una historia que, como mínimo, debería ser creíble. No es el caso.

Si los actores no me han convencido, la trama mucho menos. La historia es totalmente inverosímil. En el fondo, no es más que una historia de seducción y amor disfrazada de ¿algo más serio? Para mí hay muchas cosas en esta película que no me terminan de cuadrar como, por ejemplo, que una juez se vea chantajeada por un testigo, quien le exige que lo invite a cenar a su casa a cambio de ofrecerle información del caso. La juez que se ve en medio de una lucha interna entre su deseo y su obligación, cae en manos del guaperas y  accede a semejante chantaje.

Pero ahí no acaba la cosa. La juez, no contenta con la cena anterior, sale pitando a casa del testigo tras recibir una llamada de éste informándola de que alguien ha entrado en su casa y le ha dejado amenazas por escrito. Cuando la juez llega a casa del testigo, se ve en pantalla una pintada en la pared que dice "Vas a morir" y claro, ante semejante panorama no tienen otra cosa mejor que hacer más que enrollarse allí mismo sin preocuparse por las amenazas ni nada. Para colmo de males, nuestra juez se dedica a facilitarle información al gigoló a diestro y siniestro. ¡A tomar por saco el secreto de sumario! De verdad, esto es lo más absurdo que se despacha. Un auténtico insulto al público.

La justicia de este país no luce precisamente al sol. Muchos son los casos en los que las sentencias de los jueces nos dejan con "las patas colgando" y salvo algunas instrucciones (léase las de la juez Alaya), nos topamos con demasiada frecuencia con veredictos incomprensibles. Sin embargo, entre decisiones, autos y sentencias que se escapan de mi intelecto y la actitud de la juez de nuestra película cabe un  gran abismo. 

En resumidas cuentas, una trama flojísima y que roza el subrealismo, una interpretación bastante carente de fuerza, una fotografía de la que tan solo se puede destacar las escenas de sexo entre los dos personajes, y que a mi modo de ver, ni siquiera consiguen encender el hormigueo interno del espectador.

Al final resulta que todo tiene un motivo y un por qué pero el desenlace, más que descaradamente evidente, no justifica los medios ni los patinazos anteriores. Por todo esto, solo me queda decir que la película me ha parecido bastante ridícula y no la recomiendo en absoluto porque, además no tiene por donde cogerla ni hay nada que la salve de la quema.

Os dejo mi puntuación final y algunas escenas.
Puntuación final 4/10.




















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2 comentarios:

  1. Leonor tiene muchas luces y sombras en los papeles que he visto de ella

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    Respuestas
    1. No la destaco como buena actriz (y creo que ni tampoco como cantante). Una chica mona más...

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