lunes, 17 de septiembre de 2012

LA MUJER DE SOMBRA



Autor

Luisgé Martín (Madrid, 1962) es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por el Instituto de Empresa. Ha trabajado como editor en Ediciones SM y en Ediciones del Prado. En el terreno estrictamente literario, ha publicado los libros de relatos Los oscuros (1990) y El alma del erizo (2002); las novelas La dulce ira (1995), La muerte de Tadzio (2000, galardonada con el Premio Ramón Gómez de la Serna), Los amores confiados (2005) y Las manos cortadas (2009); y la colección de cartas Amante del sexo busca pareja morbosa (2002). Ha participado, asimismo, en diversos libros colectivos de relatos. En el año 2009 ganó el Premio Antonio Machado de relatos con el cuento "Los años más felices". Colabora ocasionalmente como articulista en El Viajero, Babelia, El País y otras publicaciones periódicas. La crítica ha dicho de él: "Luisgé Martín es uno de los más originales renovadores temáticos de la literatura española contemporánea" (Miguel Ángel Muñoz, El síndrome Chéjov); "Uno de los escritores más dotados de su generación" (Juan Ángel Justino, ABC).

Sinopsis

Pocos días antes de morir en un accidente, Guillermo le confiesa a su amigo Eusebio que mantiene relaciones sexuales sadomasoquistas con una misteriosa mujer. Al cabo del tiempo, y por azar, Eusebio decide buscar a esa mujer para contarle que Guillermo ha muerto y que por lo tanto nunca volverá a llamarla. Y cuando la encuentra se queda hechizado por ella. No se atreve a decirle nada para no tener que desvelar los secretos que conoce, para no ahuyentarla. Poco a poco se van enamorando. Eusebio espera que ella le pegue, le humille y le maltrate sexualmente como hacía con Guillermo, pero Julia sólo le da caricias y ternura. Ése es el principio de la terrible duda que se abre paso en los pensamientos de Eusebio: ¿una y otra son la misma mujer? ¿La que azotaba con un látigo a Guillermo y la que se abraza a él sosegadamente son la misma persona?

La mujer de sombra es la historia de una obsesión y de un camino hacia el infierno. Es una novela sobre el secreto, sobre la culpa y sobre la identidad. En ella, Luisgé Martín vuelve a indagar en los laberintos más oscuros del alma humana y a pintar esos dilemas existenciales en los que tanta importancia tienen las pasiones sexuales heterodoxas, que están siempre en la frontera de toda moralidad y toda ley.

El virtuosismo del autor en este empeño ya ha sido señalado por la crítica en más de una ocasión: "Luisgé Martín muestra esa alma en sus singulares, auténticos, impulsivos personajes. Un autor en busca de humanos" (ABC); "Luisgé Martín se ha hecho ya especialista en narrar mucho más angustioso, por verificable, llamado imposibilidad de vivir" (Antonio Penedo, Quimera); "Si es usted de los que andan a la caza de una ficción absorbente e hipnótica y, ya puesto, morbosa a más no poder -de esas que nos obligan a seguir leyendo aunque no queramos-, deja de buscar. Aquí la tiene" (Antonio Fontana, ABC).




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Ahora que E.L.James ha puesto tan de moda la narrativa erótica, llega a mis manos La mujer de sombra y para no andarme con rodeos solo diré una palabra: cautivadora

Con un título que en principio no te dice mucho, pero que se vuelve nítido y claro cuando finalizas su lectura, nos adentramos de la mano de Luisgé Martín (o Luis García Martín) en el mundo de las vidas ocultas y paralelas, en las que los secretos y las traiciones están a la orden del día y se codean con la lascivia, la lujuria y el morbo.

Bajo mi punto de vista, en esta novela conviven dos elementos que por regla general siempre han estado en contraposición -amor y sexo-, que nos recuerda la eterna disputa sobre si puede haber sexo sin amor o amor sin sexo. Eso es algo que se irá viendo a medida que se avanza en la lectura y cada cual podrá sacar sus propias conclusiones.

Cuatro personajes conforman la trama de la novela de Martín. Por un lado, los varones Segismundo (Guillermo) y Eusebio. Por otro, las mujeres Nicole (Olivia) y Julia (Marcia). El por qué del doble apelativo adelanta las duplicidades de las que seremos testigo después.

Con breves pinceladas y a modo de introducción, el autor nos pone en antecedentes de la relación entre Segismundo (quien decide cambiar su nombre por el de Guillermo) y Nicole (que después pasará a llamarse Olivia por expreso deseo de Guillermo). Martín no se explaya mucho sino que con una prosa breve y concisa nos coloca delante de una pareja feliz, que comienza su vida juntos. Hasta aquí todo perfecto.

Pero Guillermo y Eusebio son dos amigos con vidas muy distintas. Guillermo está casado y en breve será padre, mientras que Eusebio está soltero, no tiene ataduras y vive sin preocupaciones monetarias como consecuencia de una herencia que recibió y que le permite trabajar esporádicamente en aquello que se le apetece en cada momento, tomarse periodos sabáticos y viajar mucho. El encuentro entre estos dos amigos, la confesión de Guillermo sobre su otra vida y el posterior fallecimiento de éste desembocará en la tormenta que engullirá a Eusebio

Ambos personajes van a compartir a la misma mujer. Para Guillermo, Marcia será la mujer con la que se adentre en su "yo" oculto, con quién descubrirá esa otra vida de látigos y mordazas, quién lo mantendrá sometido, vejado, humillado y con la que conocerá el sadomasoquismo. Para Eusebio, Marcia se convierte en Julia (su verdadero nombre), una mujer dulce y cariñosa que vive entregada por amor a Eusebio y con quien mantiene una relación sana, sin pensamientos retorcidos y sin actitudes de dominadora. 


Una misma mujer, dos nombres y dos actitudes distintas.

El por qué de ese cambio de actitud es lo que mantendrá a Eusebio en vilo, intentado comprender por qué su Julia no se comporta como la Marcia de Guillermo cuando ambas son la misma mujer. La búsqueda de la verdad se convertirá en una verdadera obsesión que lo conduce a actuar como un loco, registrando la casa de Julia en busca de alguna pista, contándole mentiras o medias verdades, fingiendo una sinceridad con el objetivo de provocar en Julia un momento de confesiones que jamás llega, pues ella mantiene su silencio. A Eusebio, todo este tira y afloja  le ocasionará mil infortunios y quebraderos de cabeza y se auto-condenará definitivamente a bajar a los infiernos, a su propio infierno, destruyendo todo lo que encuentra a su paso.

No se da cuenta que tiene todo lo que un hombre puede desear, que ojos que no ven, corazón que no siente, que la curiosidad mató al gato. No. En su interior crece la imperiosa necesidad de saber, de saber más, y él cree que únicamente cuando conozca toda la verdad, conseguirá calmar la inquietud que corroe su alma.

Además de que la historia principal es muy buena, Martín no se queda ahí. Tiene capacidad más que suficiente para intercalar historias secundarias (la tía Maribel y el tío Marcelo; Gabriel y Celia) que gozan de la misma buena calidad y que aportarán aún más a esta novela.  

Hay frases cargadas de auténtica sabiduría, como por ejemplo "La dicha de los demás sólo nos agrada si somos parte de ella. Si no, nos causa tristeza y aborrecimiento" [pág. 149],  o esta otra "la verdadera sustancia de la vida es su superficie, su apariencia, de modo que no tiene sentido sufrir por lo que está oculto o buscar lo recóndito" [pág. 164]. Aunque si me tengo que quedar con alguna, sin duda será con la siguiente: la belleza es un coeficiente inestable.

En cuanto a la técnica narrativa, hay que decir que Martín nos presenta una descripción precisa de los personajes, incluso de los muy secundarios, a los que describe minuciosamente para que el lector pueda a hacerse un retrato completo tanto de su apariencia como de su psique, algo tan importante cuando se trata de los rincones de la mente.

Además, y para no aburrir al lector en los primeros capítulos, se decanta por el juego de la alternancia entre la vida de Guillermo y Eusebio, hasta el momento en el que ambos se encuentran por casualidad y Guillermo fallece poco después. Me llamó la atención la manera en la que Martín pasa de puntillas por esta escena. La descripción del accidente en que Guillermo pierde la vida es totalmente plana, sin florituras. Nos aporta los datos precisos para que sepamos lo que ha ocurrido y punto. No existe angustia previa por lo que se avecina, no se prepara al lector para tal desenlace, sino que describe este acontecimiento como el que habla de un campo de amapolas o del cielo azul, por decir algo, y cuando te das cuenta ya tienes el camión encima.

Martín lo mismo usa el nombre de Julia que el de Marcia para designar al mismo personaje, quizá con la intención de que el lector no pierda de vista que ambas son la misma mujer aunque no lo parezca.

Y otro detalle curioso es el uso que Martín hace de los adjetivos. Tras una escena y a modo de resumen, suele colocar tres adjetivos seguidos y separados por un punto, que describen y concretan las sensaciones que la escena en sí despierta.

En definitiva, nos encontramos frente a una novela cargada de una morbosidad tremenda que te empuja a seguir leyendo aunque no quieras. Hay pasajes que pueden llegar a producir asco y repulsa hasta tal punto que el lector puede llegar a plantearse abandonar la lectura y condenar el libro al ostracismo (brutal la escena del sometimiento de los niños Matías y Celia), pero el morbo siempre ha sido ese muelle invisible que tira del hombre hacia el rincón prohibido

En cuanto al final, Martín prefiere dejarlo abierto, suspendido en el aire. Una técnica que suelen usar con frecuencia los escritores para hacer partícipe a los lectores en el proceso narrativo y dejar en sus manos el desenlace final.  Para mí, esta novela tiene el siguiente punto y final: Eusebio pone tanto empeño en conseguir aquello que busca que cuando lo consigue, perderá todo el interés sin poder volver a recuperar lo que perdió en la búsqueda. 





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8 comentarios:

  1. No conocía esta novela pero desde luego a la hora de adentrarse en lo erótico me parece más atractiva que Cincuenta sombras, ahora mismo no pero más adelante no me importaría leerla
    besos

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  2. Me parece super interesante, muy buena reseña como siempre...

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  3. Me parece un libro magnífico. Este autor tiene tendencia a los temas oscuros y aquí se adentra un poco más llevando la pregunta sobre querer saberlo todo de a quien amas, hasta el punto de la obsesión.
    Un libro estupendo y un autor más que recomendable al que tuve la suerte de entrevistar para el blog.
    Besos, buen blog

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  4. Mientrasleo, no conocía este autor y la verdad ha sido todo un descubrimiento. A ver si pillo otra de sus obras. Un besoooo!!

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  5. Tiene que pasar la fiebre que ahora inunda las librerías y conversaciones sobre novela erótica para que me acerque a novelas como esta puesto que me están saturando tanta novelería de pronto como si no hubiera existido nunca

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  6. Nando, no he leído la trilogía y no creo que lo haga, pero los que sí lo han hecho y han leído éste de Luisgé, aseguran que son la noche y el día. Creo que éste no te disgustaría. Yo no lo leí por la fiebre en curso, sino que me gustó el título y resultó que luego tocaba el tema. Apúntatelo para más adelante que no te va a defraudar (creo).

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