Año: 2012
Nacionalidad: Española.
Director: Alberto Rodríguez.
Reparto: Mario Casas, Antonio de la Torre, Inmaculada Cuesta, José Manuel Poga, Alfonso Sánchez,...
Género: Thriller; Acción; Policíaco.
Sinopsis: Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y bondadoso, aspira a ser inspector de policía. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expedito, contundente y arrogante. Por su parte, Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez), forman parte del Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo con tal de lograr sus objetivos.
Género: Thriller; Acción; Policíaco.
Sinopsis: Ángel (Mario Casas), un joven inteligente y bondadoso, aspira a ser inspector de policía. Rafael (Antonio de la Torre), en cambio, es un policía expedito, contundente y arrogante. Por su parte, Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Núñez), forman parte del Grupo 7, un conjunto de policías sin escrúpulos, dispuestos a todo con tal de lograr sus objetivos.
Allá por abril de este año llegó a los cines la película GRUPO 7, que recogía la historia real de un grupo de policías a los que encargaron dar un lavado de cara a Sevilla antes de que tuviera lugar la Expo'92. Poco después me llegó la noticia de que el escritor Arturo Pérez Reverte hacía ciertos comentarios en la red social del pajarito sobre esta película y lo que se mostraba de Sevilla en ella. No quise ahondar en la historia porque tenía intención de ver la cinta y prefería no "contaminarme" con opiniones externas. He tardado un poco más de la cuenta pero ahora, con la polémica bien asentada, era el momento de ver el film de Alberto Rodríguez.
A ver, por dónde empiezo. La trama me ha parecido muy buena aunque yo, quizás por mi absoluta ignorancia en estos temas, quizás por mi juventud, desconocía por completo que en aquellos años previo a la Expo se hubiera organizado un grupo de policías cuya principal tarea era limpiar esta ciudad de yonkis, prostitutas, drogas,...aunque los métodos no fueran muy ortodoxos y conseguir así dar a los visitantes que se esperaban, la imagen de una ciudad libre de ciertas inmundicias. Pero yo, ¿dónde vivo?
Tras visionar la película he rebuscado en el cajón de Google aquellos comentarios de Pérez Reverte. Y leo lo siguiente: "Maderos, yonquis, putas y gentuza. La vida misma. La Sevilla real. La que incomoda y nunca saldrá en el Hola", "Sevilla más que real que ese otro camelo de ferias de abril, semanas santas y rocíos varios que nos venden a diario". Insisto, pero yo, ¿dónde vivo?
La película simplemente recoge la problemática que puede sufrir cualquier ciudad de este país, un pequeño segmento de una sociedad, "ese grano en el culo" (perdón por la expresión) que tanto incomoda pero que en ningún momento puede llegar a convertirse en una imagen generalizada. Que yo recuerde por aquellos años Sevilla era una ciudad con los mismos problemas de cualquier otra. ¿Se veía a gente "pirá" por las calles? Pues sí. ¿Había ciertas zonas en las que se concentraban las putas? Pues sí. ¿Tráfico de drogas? Imagino. ¿Polis corruptos? Los habría. Pero ni aquí a todo el mundo le faltaban luces, ni en cada esquina te topabas con la prostitución, ni jugábamos a trapichear con drogas como el que intercambia estampitas del álbum a la puerta de un colegio. Si estoy equivocada, entonces he vivido en la inopia gran parte de mi juventud. Pero dudo mucho que la cosa no sea así. De hecho, hoy todavía te puedes encontrar a algún que otro "piraillo" de vez en cuando, todos sabemos en qué calles encuentras prostitución y en cuanto a la droga y la policía, basta con recordar aquella noticia que saltó a los medios sobre la desaparición de cocaína y heroína de los sótanos de la Jefatura Superior de Policía. ¿Acaso, estas cosas sólo ocurren aquí? Pues no y no por eso Sevilla ha dejado de gozar de su excelente salud turística.
En cuanto a los actores. Me escama mucho la elección de Mario Casas como uno de los actores principales. Da la impresión de que Alberto Rodríguez ha querido asegurarse una cuota de pantalla, la del público adolescente y fiel seguidor de este roba-corazones y al que estamos más acostumbrados a ver en películas de adolescentes que en films de polis malos, o quizás el director ha querido otorgarle un voto de confianza. En cualquier caso, no tengo grandes quejas sobre su interpretación, tan sólo que le falta un punto de credibilidad y que no está a la misma altura que su compañero de reparto. Ahora eso sí, ¿cuándo va a aprender a vocalizar? Habla para dentro y en muchas ocasiones cuesta la misma vida entender lo que dice. Un curso de dicción y pronunciación no le vendría nada mal.
Antonio de la Torre está sublime. Cada vez me gusta más este actor que lo mismo sirve para un roto que para un descosido. Tuve la suerte de tenerlo sentadito a mi lado cuando Carmelo Gómez y Silvia Abascal (antes de sufrir el ictus, claro) interpretaron Días de vino y rosas en el Teatro Lope de Vega. Como quien no quiere la cosa, se ha ido haciendo hueco en este mundo y cada vez pisa con más fuerza. Su mirada y sus silencios en la película lo dicen todo. Quizás de su personaje eliminaría la historia de amor que le endosan con la actriz Lucía Guerrero, historia que no aporta nada ni a la película ni a su papel.
José Manuel Poga, para mí un gran desconocido pero con el que me he llevado una grata sorpresa. Durante los meses de junio y julio de este año, la compañía de teatro Producciones Imperdibles ha llevado a escena "El Barbero de Sevilla" en el Palacio de los Marqueses de la Algaba (reseña aquí). Esta compañía tiende a involucrar mucho al público en sus representaciones y en aquella ocasión, me "trincaron" por sorpresa de entre el público para hacer un mini-papel junto a los actores, entre los estaba José Manuel Poga interpretando el papel de el Conde de Almaviva (enamorado de Rosina).
Por último, Rodríguez le ha dejado poco espacio a Inma Cuesta (en el papel de esposa de Ángel) y por otro, mencionar el papel de Alfonso Sánchez y el cameo de su compañero de aventuras Alberto López, ambos intrepretando el papel de yonkis. De estos personajes os hablé en esta reseña.
A lo largo de la película y para recrear la ambientación y el espacio temporal, Rodríguez tira de archivo e intercala imágenes que reflejan la transformación que la ciudad estaba sufriendo en cuanto a infraestructura en los años previos a la Expo: acondicionamiento de la Isla de la Cartuja, construcción de puentes, carreteras, pabellones dentro del recinto, ... No podía hacerlo de otra manera, por supuesto, pero chirría un poco el cambio en la calidad de la imagen. Se nota muchísimo que esas imágenes tienen más de veinte años y que su calidad dejaba mucho que desear.
Muchos han comparado esta película con No habrá paz para los malvados o con Celda 211. Yo no diría tanto. Está claro que es una buena película, que su visionado es muy recomendable, y que los actores están a la altura, salvo matices, pero no puedo ponerla en el mismo saco que estas dos películas. Para mí José Coronado y por supuesto, Luis Tosar está muy por encima de la interpretación de de la Torre, aunque con la trayectoria que lleva este último, quién sabe...
En fin, creo que es una película que hay que ver. Os dejo con la puntuación final y algunas escenas de la película:
Puntuación: 7.5/10
A ver, por dónde empiezo. La trama me ha parecido muy buena aunque yo, quizás por mi absoluta ignorancia en estos temas, quizás por mi juventud, desconocía por completo que en aquellos años previo a la Expo se hubiera organizado un grupo de policías cuya principal tarea era limpiar esta ciudad de yonkis, prostitutas, drogas,...aunque los métodos no fueran muy ortodoxos y conseguir así dar a los visitantes que se esperaban, la imagen de una ciudad libre de ciertas inmundicias. Pero yo, ¿dónde vivo?
Tras visionar la película he rebuscado en el cajón de Google aquellos comentarios de Pérez Reverte. Y leo lo siguiente: "Maderos, yonquis, putas y gentuza. La vida misma. La Sevilla real. La que incomoda y nunca saldrá en el Hola", "Sevilla más que real que ese otro camelo de ferias de abril, semanas santas y rocíos varios que nos venden a diario". Insisto, pero yo, ¿dónde vivo?
La película simplemente recoge la problemática que puede sufrir cualquier ciudad de este país, un pequeño segmento de una sociedad, "ese grano en el culo" (perdón por la expresión) que tanto incomoda pero que en ningún momento puede llegar a convertirse en una imagen generalizada. Que yo recuerde por aquellos años Sevilla era una ciudad con los mismos problemas de cualquier otra. ¿Se veía a gente "pirá" por las calles? Pues sí. ¿Había ciertas zonas en las que se concentraban las putas? Pues sí. ¿Tráfico de drogas? Imagino. ¿Polis corruptos? Los habría. Pero ni aquí a todo el mundo le faltaban luces, ni en cada esquina te topabas con la prostitución, ni jugábamos a trapichear con drogas como el que intercambia estampitas del álbum a la puerta de un colegio. Si estoy equivocada, entonces he vivido en la inopia gran parte de mi juventud. Pero dudo mucho que la cosa no sea así. De hecho, hoy todavía te puedes encontrar a algún que otro "piraillo" de vez en cuando, todos sabemos en qué calles encuentras prostitución y en cuanto a la droga y la policía, basta con recordar aquella noticia que saltó a los medios sobre la desaparición de cocaína y heroína de los sótanos de la Jefatura Superior de Policía. ¿Acaso, estas cosas sólo ocurren aquí? Pues no y no por eso Sevilla ha dejado de gozar de su excelente salud turística.
En cuanto a los actores. Me escama mucho la elección de Mario Casas como uno de los actores principales. Da la impresión de que Alberto Rodríguez ha querido asegurarse una cuota de pantalla, la del público adolescente y fiel seguidor de este roba-corazones y al que estamos más acostumbrados a ver en películas de adolescentes que en films de polis malos, o quizás el director ha querido otorgarle un voto de confianza. En cualquier caso, no tengo grandes quejas sobre su interpretación, tan sólo que le falta un punto de credibilidad y que no está a la misma altura que su compañero de reparto. Ahora eso sí, ¿cuándo va a aprender a vocalizar? Habla para dentro y en muchas ocasiones cuesta la misma vida entender lo que dice. Un curso de dicción y pronunciación no le vendría nada mal.
Antonio de la Torre está sublime. Cada vez me gusta más este actor que lo mismo sirve para un roto que para un descosido. Tuve la suerte de tenerlo sentadito a mi lado cuando Carmelo Gómez y Silvia Abascal (antes de sufrir el ictus, claro) interpretaron Días de vino y rosas en el Teatro Lope de Vega. Como quien no quiere la cosa, se ha ido haciendo hueco en este mundo y cada vez pisa con más fuerza. Su mirada y sus silencios en la película lo dicen todo. Quizás de su personaje eliminaría la historia de amor que le endosan con la actriz Lucía Guerrero, historia que no aporta nada ni a la película ni a su papel.
José Manuel Poga, para mí un gran desconocido pero con el que me he llevado una grata sorpresa. Durante los meses de junio y julio de este año, la compañía de teatro Producciones Imperdibles ha llevado a escena "El Barbero de Sevilla" en el Palacio de los Marqueses de la Algaba (reseña aquí). Esta compañía tiende a involucrar mucho al público en sus representaciones y en aquella ocasión, me "trincaron" por sorpresa de entre el público para hacer un mini-papel junto a los actores, entre los estaba José Manuel Poga interpretando el papel de el Conde de Almaviva (enamorado de Rosina).
Por último, Rodríguez le ha dejado poco espacio a Inma Cuesta (en el papel de esposa de Ángel) y por otro, mencionar el papel de Alfonso Sánchez y el cameo de su compañero de aventuras Alberto López, ambos intrepretando el papel de yonkis. De estos personajes os hablé en esta reseña.
A lo largo de la película y para recrear la ambientación y el espacio temporal, Rodríguez tira de archivo e intercala imágenes que reflejan la transformación que la ciudad estaba sufriendo en cuanto a infraestructura en los años previos a la Expo: acondicionamiento de la Isla de la Cartuja, construcción de puentes, carreteras, pabellones dentro del recinto, ... No podía hacerlo de otra manera, por supuesto, pero chirría un poco el cambio en la calidad de la imagen. Se nota muchísimo que esas imágenes tienen más de veinte años y que su calidad dejaba mucho que desear.
Muchos han comparado esta película con No habrá paz para los malvados o con Celda 211. Yo no diría tanto. Está claro que es una buena película, que su visionado es muy recomendable, y que los actores están a la altura, salvo matices, pero no puedo ponerla en el mismo saco que estas dos películas. Para mí José Coronado y por supuesto, Luis Tosar está muy por encima de la interpretación de de la Torre, aunque con la trayectoria que lleva este último, quién sabe...
En fin, creo que es una película que hay que ver. Os dejo con la puntuación final y algunas escenas de la película:
Puntuación: 7.5/10
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Bueno, en primer lugar me gustaria decir que no he visto la pelicula, y mucho tendría que cambiar de opinión para verla. Pero si me atrevería a comentar que en los mismos años que en Sevilla se hacía esa limpieza de chusma, en Barcelona y con motivo de las Olimpiadas se hizo exactamente lo mismo. Creo que de Sevilla siempre se da una imagen equivocada, ni estamos todo el dia en la Feria, ni todos los ciudadanos de Sevilla somos unos tiraos, en fin...no obstante me reitero en que no me gusta el cine español, que hay contadas peliculas españolas que me hayan gustado y que estoy de acuerdo contigo, a todos los actores españoles: HABLAD FUERTE QUE NO SE OS OYE!!!
ResponderEliminarYo creo que el problema está más en las técnicas de sonido, salvo en el caso de Mario Casas. A este niño ni aunque le pongan los micrófonos de Anacleto, detective secreto, se le entiende...
EliminarMe pasa más o menos lo mismo que a Reyes, que el cine español, salvo contadas películas, en líneas generales no me gusta. Y un cursito de dicción le hace falta a más de un actor, que me cuesta trabajo entenderlos. Y si ya alguno se anima a hacer teatro, ya es el acabose. No hay quien los entienda... Que sí, que las técnicas de sonido influirán, pero ¿siempre?
ResponderEliminarY otra cosita, tienes un premio esperándote en mi blog. Te dejo la entrada, para que no te despistes, que como tengo dos blogs:
http://venyleeconmigo.blogspot.com.es/2012/08/muchas-gracias-dolores.html
Besotes!!!
Margari, ayer lo hablaba con Reyes. El problema, a mi entender, es que en España se graba con sonido ambiente y no se doblan las películas como en EEUU, por eso aquí, entre que algunos pronuncian como si estuvieran en una caverna y graban en directo, pues ya me dirás.
ResponderEliminar¿¿Un premio?? Ay! qué emoción.. Ahora que tengo un segundo paso por tu blog y echo un vistazo... Aún ando de vacaciones y tengo poco tiempo para internet!! Un beso!!
Pues debes vivir en el mismo sitio que yo porque me acabo de enterar ahora mismo de todo eso...
ResponderEliminarQuiero verla ya!!
Besos y perdona que haya entrado así, sin llamar.
Lupa
Hola Lupa! Por favor no te disculpes. Este blog está a tu disposición y si te gusta, será un placer contar con tu presencia. Yo vivo en Sevilla, ¿tú también? Me gusta ver películas que se hayan rodado en mi ciudad por intentar identificar calles y rincones. La última que he visto así ha sido EL MUNDO ES NUESTRO que está rodada en la calle San Jacinto. Un saludo!
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