Año: 2008
Nacionalidad: Española
Director: Freddy Más Franqueza
Reparto: Héctor Alterio, Alberto Ferreiro, Mónica López, Sergio Padilla,...
Género: Drama. Alzheimer
El cine español no goza de mucho prestigio entre los espectadores y la verdad, no consigo entender por qué. Alguien me dijo una vez que era demasiado reiterativo, que siempre explotaba el mismo tema -la Guerra Civil- y que eso terminaba por aburrir. Es cierto que se han hecho muchas películas sobre esta temática, ya sea de manera directa o indirecta. Por nombrar algunas conocidas: La niña de tus ojos, La lengua de las mariposas, Las 13 rosas, La mujer del anarquista, El lápiz del carpintero, Los girasoles ciegos..., pero no hay que olvidar que fue, es y será siempre una parte muy importante de nuestra historia, que no debe quedar en el olvido con el paso de las generaciones y que muchos jóvenes, a través de estas películas, pueden llegar a tener una somera idea de lo que ocurrió aquellos años. Además no todas las películas que tienen como transfondo la Guerra Civil son dramáticas, también las hay en clave de humor (La vaquilla, ¡Ay, Carmela!,...)
Al escribir "Los girasoles ciegos" se me ha venido a la memoria algo curioso que me ocurrió en el estreno de esta película. Como decía Sophia Petrillo de Las Chicas de Oro: Sevilla, 2008, un viernes a las 21.00 horas. En una sala de cine se estrenaba esta película española. En una sala adjunta, la última de Angelina Jolie. Resultado: la película española la vimos 4 personas mientras que en la sala adjunta no cabía un alfiler para ver a la Jolie. Muy triste.
Pero vayamos a la película que nos ocupa hoy.
¿Qué tiene de especial Amanecer de un sueño? La vejez es otra de las cosas de la vida contra las que no se puede luchar. Los entendidos dicen que hay que saber envejecer con dignidad. ¡Por supuesto!, digo yo. El problema está cuando a la vejez va unido enfermedades que nos convierten en un guiñapo, tal como el Alzheimer.
No es la única película que trata el deterioro que esta enfermedad y la propia vejez nos provoca. El magnífico Mercero dirigió ¿Y tú quién eres? en el año 2007 con un reparto excelente (Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez) . En el año 2010, Carles Bosch lleva a la pantalla un documental sobre esta enfermedad en la que participó Pascual Maragall y que se titulaba Bicicleta, cuchara, manzana. Y en la última entrega de los Goya, la película de animación Arrugas dirigida por Ignacio Ferreras se llevó dos premios (Mejor película de animación y Mejor guión adaptado).
Tanto Antonio Mercero como Pascual Maragall se han visto afectados por el Alzheimer. Hace poco me entero con profunda sorpresa de que también Carmen Sevilla ha sido tocada por este "caballo de Atila".
El director de "Amanecer...", de nombre tan pintoresco, quiso hacer con esta película un homenaje a su propio abuelo al que diagnosticaron la enfermedad. Para ello, elige como actor principal al indiscutible "actorazo" argentino Héctor Alterio, quien interpretando el papel de abuelo (Pascual) refleja como nadie el sufrimiento que padecen las personas enfermas de Alzheimer.
A su lado, Alberto Ferreiro en el papel de nieto (Marcel), sin un padre conocido y abandonado por su madre en la casa de un abuelo cuya existencia desconocía, nos trasmite el miedo propio de la niñez a lo desconocido, a la sensación de soledad y abandono, intensificada por esa tristeza instalada en sus ojos, en esa caída de cejas, tan nostálgica.
Ambos, abuelo y nieto, se verán obligados a adaptarse a la nueva situación y cuando, tras muchos años, todo parece estar en su sitio, la aparición de la terrible enfermedad hace que Marcel se replantee muchas cosas de su vida, sus prioridades, sus principios.
Cuando Marcel ve que su abuelo vuelve a su niñez, que se apaga irremediablemente, que se encuentra desorientado, sin saber dónde está, se siente atrapado entre su pasado y su futuro. Un pasado en el que su abuelo fue su único apoyo, la única mano a la que cogerse, y es entonces cuando entiende, acepta, y asimila que su futuro debe quedar anclado, dejando atrás proyectos e ilusiones. No puede abandonar a la única familia que tiene, no con esa mirada perdida, con ese pánico en sus ojos.
Los papeles se invierten.
Una de las escenas con mayor fuerza simulan al abuelo padeciendo un ataque, cuando ya está postrado en una silla de ruedas. La escena es tan real que el espectador puede llegar a palpar el dolor, la angustia y el sufrimiento tanto del abuelo como del nieto. Al ver a Pascual retorcerse de rabia, luchando contra fantasmas, lanzando objetos a modo de rabieta, uno siente ganas de levantarse del sillón y salir huyendo por la impotencia que Alterio nos hace sentir con su inmejorable interpretación.
La muerte del abuelo da un giro de 360 grados en la vida de Marcel que lo lanza a la búsqueda de aquella madre de la que nunca más volvió a saber. ¿Le gustará lo que encuentra tras su viaje? Mejor no te lo desvelo. Tendrás que ver la película para averiguarlo...
Os dejo con mi puntuación y con algunas escenas:
Puntuación: 7/10
A su lado, Alberto Ferreiro en el papel de nieto (Marcel), sin un padre conocido y abandonado por su madre en la casa de un abuelo cuya existencia desconocía, nos trasmite el miedo propio de la niñez a lo desconocido, a la sensación de soledad y abandono, intensificada por esa tristeza instalada en sus ojos, en esa caída de cejas, tan nostálgica.
Ambos, abuelo y nieto, se verán obligados a adaptarse a la nueva situación y cuando, tras muchos años, todo parece estar en su sitio, la aparición de la terrible enfermedad hace que Marcel se replantee muchas cosas de su vida, sus prioridades, sus principios.
Cuando Marcel ve que su abuelo vuelve a su niñez, que se apaga irremediablemente, que se encuentra desorientado, sin saber dónde está, se siente atrapado entre su pasado y su futuro. Un pasado en el que su abuelo fue su único apoyo, la única mano a la que cogerse, y es entonces cuando entiende, acepta, y asimila que su futuro debe quedar anclado, dejando atrás proyectos e ilusiones. No puede abandonar a la única familia que tiene, no con esa mirada perdida, con ese pánico en sus ojos.
Los papeles se invierten.
Una de las escenas con mayor fuerza simulan al abuelo padeciendo un ataque, cuando ya está postrado en una silla de ruedas. La escena es tan real que el espectador puede llegar a palpar el dolor, la angustia y el sufrimiento tanto del abuelo como del nieto. Al ver a Pascual retorcerse de rabia, luchando contra fantasmas, lanzando objetos a modo de rabieta, uno siente ganas de levantarse del sillón y salir huyendo por la impotencia que Alterio nos hace sentir con su inmejorable interpretación.
La muerte del abuelo da un giro de 360 grados en la vida de Marcel que lo lanza a la búsqueda de aquella madre de la que nunca más volvió a saber. ¿Le gustará lo que encuentra tras su viaje? Mejor no te lo desvelo. Tendrás que ver la película para averiguarlo...
Os dejo con mi puntuación y con algunas escenas:
Puntuación: 7/10
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