lunes, 23 de julio de 2012

EMOTIVA: SIEMPRE A TU LADO (HACHIKO)


Año: 2009

Nacionalidad: EEUU

Director: Lasse Hallström

Reparto: Richard Gere, Joan Allen, ... 

Género: Drama.



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Basada en hechos reales, Siempre a tu lado (Hachiko) es un remake de una película japonesa de título Hachi-ko y estrenada en el año 1987. La versión americana, que se toma algunas licencias al margen de la verdadera historia, está protagonizada por Richard Gere que encarna el papel del profesor. Desde luego, la elección del actor principal no pudo ser más acertada o bien "concertada". Creo que es bien sabido que este actor tiene ciertas inclinaciones hacia el mundo budista y el Tibet por lo que  el hecho de que el director se decantara por este actor es como un guiño de complejidad hacia esa zona del mundo.


Pero ¿cuál es la historia real que se esconde tras esta película?



Eisaburo Ueno [1]
Eisaburo Ueno fue un profesor de agricultura de la Universidad de Tokio que decidió regalarle a su hija un cachorro de raza Akita, sin embargo la hija no pudo hacerse cargo del perro y aunque en un principio el profesor pensó en regalarlo, fue tanto el cariño que le cogió al animal que decidió quedárselo. Desde aquel momento la unión entre el perro, de nombre Hachi-ko y el profesor se hizo tan fuerte que su historia recorrió todo Japón y traspasó las fronteras, quedando posteriormente inmortalizada en cine y literatura.


Hachi-ko [2]
El nombre Hachi-ko está compuesto por dos palabras japonesas. "Hachi" que significa ocho  en japonés (el perro tenía las patas un poco desviadas lo que al profesor le recordaba el signo japonés) y "kô" cuyo significado es "príncipe" o "duque". 


Como ya he dicho se trataba de un perro de raza Akita, que suelen ser de carácter tranquilo, reservados, cariñosos, leales y protectores con sus dueños. Es curioso que esta raza sea considerada en España como peligrosa y que para su tenencia haya que cumplir los requisitos que se regulan en el Real Decreto 287/2002 de 22 de marzo.


Hachi-ko nació en la ciudad de Ôdate (prefectura de Akita) en noviembre de 1923. Cuando contaba con dos meses fue adoptado por el profesor universitario del que no se separó hasta que éste falleció el 21 de mayo de 1925. 


Cada día el perro acompañaba a su dueño hasta la estación de trenes de Shibuya donde se despedían hasta el regreso del profesor. Cercana la hora de retorno, el perro se desplazaba hasta la estación y esperaba pacientemente hasta que la cara de su dueño aparecía entre la multitud. Así, día tras día, semana tras semana, mes tras mes... El día que el profesor falleció estando en la universidad, Hachi-ko se quedó esperando en vano durante horas. Su dueño no volvió a aparecer jamás, pero él no cejaba en su empeño y cada día, a la misma hora, se situaba en el mismo lugar de siempre y esperaba paciente a su amo. Así estuvo durante nueve años,  periodo en el que los transeúntes de la estación, sabedores de la historia, cuidaban y alimentaban al perro. 


Estatua de bronce frente a la estación [3]


Tanta admiración sintieron los ciudadanos de Shibuya por la lealtad y la bondad del animal, que decidieron honrarlo con una estatua. Para ello contrataron a un escultor japonés de nombre Teru (Shou) Ando de cuyas manos salió una estatua de bronce que colocaron frente a la estación y a cuyos pies Hachi-ko falleció en marzo de 1935.


En un principio los restos del perro fueron depositados en una caseta de piedra que se construyó al pie de la tumba del profesor Ueno, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio. Parece ser que, posteriormente, su cuerpo fue recogido para ser expuesto en el Museo de Ciencias Naturales del distrito de Tokiota de Ueno tras ser restaurado y disecado.




Resulta anecdótico saber que durante la Segunda Guerra Mundial la estatua de bronce de Hachi-ko fue fundida junto con otras estatuas para fabricar armamento. Años después, los habitantes de Shibuya quisieron reemplazar la estatua por lo que decidieron volver a encargar una estatua de bronce pero en esta ocasión el escultor sería el hijo de Teru Ando, Takeshi Ando. 


El día 8 de abril de cada año se conmemora a Hachi-ko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.


El caso de Hachi-ko no es único que se ha dado en el mundo. Si buscas información podrás comprobar que se han dado casos similares en otras partes del mundo: Caucho en Urugay, Rusio en Chile, Alicio en Argentina, Leâo en Brasil, Lampo en Italia. En nuestro país tenemos el caso de Canelo, quien acompañaba cada día a su dueño al Hospital Puerta del Mar en Cádiz para recibir su tratamiento de diálisis. Un fatídico día, y tras algunas complicaciones, su dueño falleció y no volvió a salir del hospital. Desde entonces Canelo vagabundeó por la zona a la espera de volver a encontrarse con su dueño y así estuvo durante 12 años, hasta que en diciembre de 2002 un coche lo atropelló y se dio a la fuga. En su honor se puso su nombre a una calle y se colocó una placa conmemorativa. Puedes ver un vídeo sobre esta historia aquí.
Placa conmemorativa a Canelo [4]

Con historias como estas, una termina por preguntarse: ¿Dónde queda la lealtad y la bondad del ser humano? ¿Realmente somos un ser racional, un ser superior? Cada día lo dudo más por eso me quedo con las palabras de Lord Byron: "Mientras más conozco al hombre, más quiero a mi perro". 





Fuentes:


[1] www.findagrave.com
[2] www.lamonadajeroglifica.blogspot.com
[3] www. cronicasaitianas.wordpress.com
[4] www.peludetes.blogspot.com






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16 comentarios:

  1. Madremia ami esta pelicula cuando la vi me hizo llorar y mucho!
    Es preciosisima, aunque imagino que el libro mas aun!
    Un besote :)

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    1. Ni te imaginas lo que yo he llorado... por segunda vez e imagino que lloraría cada vez que la viera... He estado buscando información del libro pero sólo encuentro una versión en inglés. Un saludo y gracias por leerme!

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  2. Bienvenida al mundo de los blogs. Bonito diseño.
    Un afectuoso saludo.

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    1. Félix, ¡qué alegría verte por aquí! Me alegro de que te guste el diseño. Todavía tengo mucho que mejorar pero cada vez que me siento aquí es porque tengo mil ideas sobre lo que escribir, aunque no siempre sea del gusto de todos. Un saludo y gracias por tu comentario.

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  3. Si a la raza de Hachiko se le considera peligrosa aquí en España, no sé cómo se debería de catalogar a la raza humana aquí en España también, sobre todo por ciertos lares...
    La historia de Canelo es impresionante (como la de tantos otros anónimos), nos vuelven a dar una lección de amor y fidelidad que ya quisiéramos tener aunque fuera una mínima parte. No tengo la menor duda de que Canelo ya tiene su recompensa: estar de nuevo con su dueño.

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    1. Que razon tienes, la raza humana supera con creces todo tipo de peligrosidad, es la unica que mata por diversion.un autentico asco.

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  4. A mí también me ha sorprendido que se catalogue esta raza como peligrosa. Imagino que los entendidos sabrán por qué. Gx.

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  5. Quería verla pero me lo estoy pensando porque si es de llorar yo no paro, tanto que paso verguenza y salgo del cine con los ojos fatal. Las historias que más me conmueven son las de animales, niños y ancianos. Si se unen las tres cosas ya la hemos liado. Recuerdo una peli de Steven Spielberg (inteligencia artificial se llama) (bastante mala por cierto), que el protagonista era un niño robot (el actor era Haley Joel Osment el niño del sexto sentido). En un momento dado de la peli me entró una llantina descomunal y lo peor era que no llevaba pañuelos de ningún tipo. Lo recuerdo con horror, pues no sabía donde enjugarme las lágrimas y los mocos...una cosa...tremenda.Con todo eso, si voy llevaré clinex y esperaré a que mi marido soporte la llorera.Un beso Marisa, gracias por tus recomendaciones.

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    1. Ana.. si te gustan los animales, esta película es de muuuucho llorar pero también es preciosa. Me ha hecho gracia lo de... "mi marido soporte la llorera" jejeje.. El mío me suele mirar de reojo cuando ve que empiezo a moquear y con un gesto me dice ¿¿Ya empezamos?? jejejej. Un beso y gracias a ti por comentar.

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  6. Ayer la vi y...pues eso...lloré, lloré y si me pongo a recordarla me pongo también a llorar de nuevo.¡Pobre perrito!. Menos mal que no estaba en el cine porque sino la lío. Muchas gracias por recomendarla yo haré lo mismo, porque es preciosa. Mi marido (que no llora nunca porque "pa mí" los hombres están hechos de otra materia)en el momento culmen de la pena se levantó a no sé que cosa, yo creo que tenía algo atragantado???? . Hoy quería ir a ver "lo imposible" pero no tengo ganas de llorar otra vez así que buscaré alguna otra que no me cause estragos. Un beso .¿Has leído cometas en el cielo?

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    1. Ay Ana! Si es que las que somos de corazón blandito no lo podemos evitar. A tu marido le pasaría lo mismo que a tí.. que se le estaban cayendo lagrimas como melones pero no quiso que tú lo vieras jejeje. Cometas en el cielo no la he leído.. me parece que comencé a ver la película que alguien me dejó pero no me enganchó y no la terminé.. Voy a ver si la recupero y lo intento de nuevo. Un beso y gracias por tus comentarios tan bonitos.

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  7. La peli (como suele ser habitual) no tiene punto de comparación con el libro. Es una historia emotiva, que pone en valor la amistad. Una amistad sin condiciones que le demuestra un personaje a otro y que éste tarda en corresponder. De verdad que es precioso el libro.A mí por lo menos me encantó. Un beso

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  8. Alguien me puede decir q editorial se ha hecho el libro

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  9. No tienes el libro para descargar'? :)

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  10. ¡Hola! Yo SIEMPRE lloro a mares con la película. Desde el momento en el que el profesor muere, me pongo a llorar y así sigo hasta que acaba. Sabía lo de que era una historia real y las semejanzas con otras, pero me ha sorprendido lo que hicieron con el perro. A ver, yo creo que lo de estar al lado de la tumba de su dueño era mejor que lo de disecarlo para llevarlo a un museo...
    No conocía el ejemplo que pones de España. De aquí, la historia que yo escuché en su momento tenía un final mejor, ya que si no recuerdo mal, era de una chica que estaba ingresada y la familia no conseguía que el perro se fuera de la puerta del hospital y allí siguió hasta que le dieron el alta y se fue con ella.
    Me ha gustado leer tu entrada :)
    ¡Saludos! ;-)

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